Frente a sus tumbas, exigen justicia para 3 jóvenes muertos presuntamente por policías

Tres familias unidas por el mismo dolor y por una exigencia que no cesa: justicia. Este jueves 29 de mayo, el padre de Gerson Hazael Castro Castellanos y las mamás de Gustavo Ortiz Hernández y Carlos Andrés Navarro Landa, protestaron en el Panteón Xalapeño para recordar a sus hijos, quienes fueron asesinados presuntamente por policías estatales en distintos hechos ocurridos en 2020.

Sobre las tumbas de los jóvenes extendieron lonas con sus fotografías y mensajes dirigidos a las autoridades, pidiendo justicia y la detención de los elementos señalados como responsables. En un hecho que incluso los familiares consideran irónico y triste, las tumbas de Carlos y Gerson quedaron una junto a la otra, a pesar de que en vida nunca se conocieron.

Los 3 casos ocurrieron en fechas distintas, pero coinciden en los testimonios sobre el modus operandi de los policías: detenciones arbitrarias, golpizas y abandono de cuerpos. Dos de los jóvenes, Carlos y Gustavo, murieron en el Cuartel Heriberto Jara Corona, mejor conocido como “San José”, en el centro de Xalapa. Gerson, en cambio, fue abandonado con heridas en la colonia Tabasco.



Carlos Andrés Navarro, de 33 años, fue perseguido y rodeado por policías en la unidad Agua Santa II, como quedó documentado en videos que circularon en redes sociales. La Comisión Estatal de Derechos Humanos (CEDH) recabó testimonios que indican que fue golpeado durante su traslado a una celda.

Mari Carmen Landa, madre de Carlos, expresó entre lágrimas: “Estamos a 5 años y yo no pierdo la fe de que estas personas caigan, porque no pueden seguir delinquiendo ni matando gente. Están para cuidarnos, no para matarnos. Ahora le tenemos más miedo a los policías que a los delincuentes”. Expresó.

Gustavo Ortiz fue detenido en la comunidad El Rosario, municipio de Banderilla, el 24 de octubre de 2020. “Los policías le arrebataron la vida. Lo golpearon, lo lastimaron, le hicieron cuanta cosa horrible y falleció en el Cuartel de San José”, declaró su madre, Julia Hernández Díaz.



El caso de Gerson Hazael ocurrió el 11 de diciembre del mismo año. A la 1:00 de la mañana. Tras salir de trabajar en una plaza comercial fue presuntamente detenido y golpeado por policías. A las 2:36 horas alcanzó a enviar un audio a un amigo pidiendo ayuda: “Los oficiales me vienen golpeando, ayúdame, búscame en el cuartel de San José o donde sea”.

Diego Castro, padre de Gerson, pidió a la Gobernadora que los atienda personalmente. “Que nos atienda personalmente. Ella, nadie más (…) Según desde el sexenio pasado no iba a haber corrupción, iba a acabarse la inseguridad y creo que esta peor y más fuerte que nunca. Hoy le pedimos de favor que nos atienda la Gobernadora”, expresó.

Las familias no bajan los brazos. Siguen levantando la voz entre cruces y lápidas, convencidas de que la justicia debe llegar… aunque tarde.