De acuerdo con las capacitaciones de Supervisores Electorales a funcionarios de casilla, una persona sí puede llevarse la boleta de la elección de ayuntamientos de la mesa receptora del voto e irse con ella a cualquier parte.
En entrevista, José Alberto, funcionario de casilla, refirió que en los cursos de capacitación para el Proceso Electoral Local Ordinario en los que participó, una supervisora justificó que el elector o electora es “dueño de su voto” y por lo tanto, puede marcharse con la papeleta.
“Si nosotros como funcionarios de casilla detectamos a un ciudadano que se quiere llevar una papeleta electoral a su casa, en lugar de meterla a la urna, es decir una papeleta donde emite su voto, lo tenemos que dejar que se la lleve porque es su derecho, porque es dueño de su voto. Sabemos que el voto es algo intangible. El ciudadano es dueño sí de su voto, pero es algo intangible. No es dueño del documento que el Estado le proporciona para emitir su voto”.
Otra de las inconsistencias que les dijeron en la capacitación es que ante un voto de dudosa elección los funcionarios de casilla deberán actuar como magistrados del Tribunal Electoral, “para que de forma colegiada los funcionarios de casilla decidamos si un voto es válido o no es válido”.
A esto se suma la indicación que los funcionarios den válido el conteo de una votación, aún y cuando la cantidad de sufragios en la urna exceda al listado nominal de la sección electoral.
Contrariar tales conceptos le costó a José Alberto la amenaza de la supervisora con destituirlo del cargo de Presidente de Casilla, y aunque sí fue removido de este, al final fue restituido para organizar la elección en su sección.
“Es muy difícil detectar a un ciudadano cuando se roba una papeleta, porque se la esconde entre sus cosas o entre su ropa estando dentro de la mampara, pero que si lo llegamos a sorprender en el acto tenemos que llamar al funcionario del INE o del OPLE en este caso en las de presidente municipal, para que se llame de forma conjunta a la Policía para que arresten al ciudadano, le retiren la papeleta y se deposite en la urna” indicó.
El entrevistado admitió que dicho criterio ya quedó resuelto, por lo menos en su caso, pero recordó que la supervisora ya había dado la misma plática con los mismos criterios a otros funcionarios electorales.
“Nosotros no somos miembros del Tribunal Electoral para decidir eso. No somos jueces ni magistrados del Tribunal Electoral. Por lo tanto no somos intérpretes de la Ley, nosotros nos tenemos que ceñir a la letra estricta de la Ley”, dijo.