El Gobierno del Estado constituirá un fideicomiso para la modernización del sistema de transporte público de pasajeros, toda vez que en este momento ese sector ha quedado rebasado ante la exigencia ciudadana por una movilidad eficiente, segura y sustentable.
Para ello, la gobernadora Norma Rocío Nahle García expidió el decreto para constituir el fideicomiso, que permitirá adquirir unidades de transporte público modernas, seguras y sustentable, con tecnología limpia y amigable al medio ambiente, que permitan reducir la contaminación ambiental y sonora.
El fideicomiso también tendrá el fin de otorgar financiamiento accesible a concesionarios y permisionarios para la renovación de sus unidades, mediante esquemas de pagos flexibles que fomenten la modernización del transporte sin afectar su operación económica.
Además, fomentará la accesibilidad universal en el transporte público, priorizando el diseño de unidades que atiendan las necesidades de personas con discapacidad, adultos mayores y sectores vulnerable.
La Secretaría de Finanzas y Planeación suscribirá el Contrato de Fideicomiso con la institución fiduciaria que ofrezca las mejores condiciones para el Estado, en cuanto a precio, experiencia y calidad en el servicio.
El Fideicomiso se integrará con los ingresos provenientes de los derechos por prestación de servicios en materia de expedición de certificados holográficos con motivo de la verificación vehicular del ejercicio fiscal 2024.
De las aportaciones de personas físicas o morales que cuenten con Título de Concesión para prestar el servicio de transporte público de pasajeros en la entidad.
También por la totalidad del dinero que sea recaudado por concepto de tarifas de servicios de transporte público que paguen los usuarios, por los productos financieros que genere el patrimonio del Fideicomiso, y por cualquier recurso otorgado a título gratuito.
La vigencia del Fideicomiso será la necesaria para el cumplimiento de sus fines, pero no excederá del máximo legal permitido.
La gobernadora reconoció que Veracruz enfrenta un desafío en la modernización del transporte público, caracterizado por unidades con un alto grado de obsolescencia, deficiencia operativa y elevados índices de contaminación.