A 15 minutos de ciudad Cardel, muy cerca de la caseta de peaje de La Antigua, existe la Unidad de Manejo Ambiental (UMA) “Colibrí”, que cría cocodrilos de la especie Moreletii y que cuenta con cerca de 6 mil ejemplares que se pueden visitar y donde se puede conocer el ciclo completo de reproducción, cuidado y aprovechamiento comercial que incluye la venta como mascotas para los hogares.
Sergio Alberto Viveros Peredo, gerente general de la UMA “Colibrí”, contó que esta es una granja de cocodrilos que existe desde hace más de 30 años y es una de las cinco que existen en todo el país debidamente registradas para la reproducción de esta especie, pero además es la única de Veracruz que los reproduce bajo un ciclo completo.
El cocodrilo Moreletii se encuentra protegido bajo la Norma 059 como una especie amenazada o en riesgo de extinción y Colibrí trabaja sin ningún recurso gubernamental. Desde hace 30 años trabaja fomentando la producción intensiva para hacer la reintroducción y recuperación de la especie en vida libre.
Ciertamente Colibrí hace un aprovechamiento de los cocodrilos, pero éste es de manera sustentable y comercializa un porcentaje de los ejemplares que producen anualmente con lo cual subsanan algo del requerimiento de productos y subproductos de la especie, pero bajo la normatividad de la vida silvestre animal.
“Un porcentaje de la producción es destinada para la reintroducción, conservación y creación de nuevas UMAs, así como el fomento de la producción como una alternativa productiva para el campo. En muchas comunidades están trabajando para que en vez de hacer aprovechamiento de manera ilegal, lo empiecen a reproducir. Si la gente quiere hacer aprovechamiento que lo vean como una alternativa, no sólo hay vacas o borregos. Somos un estado rico, que tenemos muchas capacidades y una especie como la de Moreletii, que es uno de los tres cocodrilos que hay en México -pero la única especie que por distribución es mexicana-, es algo que hay que fomentar”, destacó.
Sergio Alberto Viveros Peredo indicó que además de la reproducción, en la granja Colibrí, está la parte comercial, es decir, la venta de la piel, la carne, el aceite y los animales vivos para su crianza en los hogares como mascota.
El aceite de cocodrilo es un estimulante natural, el tipo de grasas son poliinsaturados que al ser consumidos fomenta la producción de anticuerpos, de inmunoglobulinas en todo el cuerpo. Lo que todo mundo conoce como “omegas” culturalmente se ha usado para tratar problemas respiratorios y demás, “pero el aceite no cura enfermedades, fomenta que el cuerpo produzca anticuerpos”.
Actualmente Colibrí bajo un proceso certificado dentro de un rastro Tipo Infección Federal (TIF) hace el aprovechamiento del cocodrilo en todos sus productos como carne, piel y el aceite para continuar ese uso que ha existido por años.
Todo lo que se produce en esta granja se comercializa actualmente en el mercado nacional, aún continúan trabajando en vinculaciones para poder exportar la piel a otros lugares como Estados Unidos y Europa.
La piel de cocodrilo Moreletii dijo, es considerada una de las mejores pieles a nivel mundial por su grosor, por la maniobrabilidad para elaborar cualquier tipo de producto, aunque se destina más para bolsos y chamarras.
“En México se producen, entre las cinco UMAs registradas, cerca de 3 mil 200 animales, nosotros anualmente producimos entre mil 200 y mil 500 animales por año. Nosotros comercializamos ahí mismo dentro de la UMA, no tenemos distribuidoras. Tenemos un certificado en el cual comercializamos por ejemplo, empaquetado al alto vacío aceite y carne y en el caso de la piel comercializamos carne cruda, salada, sin ningún tipo de proceso y en el caso de los animales vivos puede llegar cualquier persona a comprar un cocodrilo para mascota”, expuso.
En ese sentido, detalló que un cocodrilo para mascota tiene un valor de 2 mil pesos, es decir, un animal recién nacido, de 16 centímetros y hasta uno de 7 meses que llega a medir los 32 centímetros, pero explicó que Colibrí además maneja un programa de mascotas denominado “Mascotas Colibrí” que tiene la intención de que todas aquellas personas que tienen gusto por tener un cocodrilo, pero que eventualmente no sabrán qué hacer con él por su tamaño, lo puedan regresar.
Explicó que lo más largo que han registrado en un cocodrilo de esta especie es por el orden los 3.5 metros, pero para llegar a un metro puede tardar en crecer entre 5 y 7 años, todo depende de las condiciones en las que viva como mascota, por ello la UMA da la oportunidad a sus clientes que se llevan un cocodrilo bebé a sus hogares, que cuando ya no sepan qué hacer con él y no quepa en sus hogares, puedan reincorporarlo a la granja y la ventaja es que nuevamente podrán llevarse otra cría sin costo para que así todo el tiempo tengan en los hogares un cocodrilo pequeño, que no requieran más espacio y sobre todo no represente un peligro.
El médico veterinario encargado de la granja dio a conocer también que la carne que sale del rastro tipo TIF, empaquetada al alto vacío se vende en tres cortes y dos presentaciones: filete que es lomo de cabeza y cola, nuggets, que son brazos y piernas deshuesadas y, costilla, que sale en tiritas.
Las dos presentaciones que cualquiera puede acudir a comprar son marinado y natural, ésta última en presentaciones de carne sin ningún tipo de condimento. El filete natural tiene un costo de 350 pesos el kilo, el marinado 380 pesos, mientras que los nuggets natural tiene un costo de 300 pesos, mientras que el marinado 330 el kilo. La costilla natural cuesta 250 pesos el kilo, mientras que la costilla marinada 270 pesos el kilo.
Subrayó que la diferencia de los sistemas de productos con los que estamos acostumbrados, es que al nacer -por ejemplo- un pollo a los 28 días posteriores a su nacimiento ya nos lo podemos comer, mientras que producir un cocodrilo a una talla de aprovechamiento, es decir, de 1.20 metros, el proceso dura cuatro años y medio, por eso los costos, que son costos netamente de producción.
Sergio aclaró que no sólo se trata de la venta y la reproducción de esta especie en peligro de extinción, sino que Colibrí abrió sus puertas para la parte educativa-ambiental, de manera que también brinda dos tipos de recorridos en donde la gente puede visitar el lugar todos los días de la semana de las 8:00 a las 17:00 horas.
“Puedes ir, visitar la granja, conocer cocodrilos, por ejemplo en la laguna de reproducción puedes ver 600 cocodrilos de más de 2 metros, algunas áreas de exhibición en donde puedes ver al cocodrilo moreletii más grande que existe registrado, tiene 3 metros y medio, pesa 380 kilos se llama “Chavo”, es nuestro consentido, es uno de los iniciadores de la granja hace 30 años y puedes interactuar en algún momento con ellos, cargarlos y demás”, destacó.
Actualmente la granja cuenta con más de 5 mil 800 cocodrilos en cría que están divididos en secciones, hay casetas de temperatura controlada los dos primeros años de crecimiento.
Manejan además, un control sanitario en tanques cementados con asoleaderos, mientras que los reproductores están en un ambiente tal cual en lagunas artificiales formadas desde el surgimiento de la granja, pero que se han ido transformando en lagunas naturales controladas, además ahí están los reproductores.
La granja Colibrí hace dos tipos de recorridos, en el “corto” se pueden observar 70 u 80 cocodrilos de diferentes tallas y cuesta 20 pesos por persona y el recorrido completo que incluye la visita a los reproductores y demás que puede ser de cerca de una hora, tiene un costo de 200 pesos para grupos de cinco personas.