Guadalupano, esencial, pero también es una responsabilidad

Tras dos años de resguardo por la pandemia de coronavirus que asoló en 2020 y 2021, este 12 de diciembre se desbordó de nuevo el fervor religioso por todos lados.

A caballo, en motocicletas y a pie, cientos de devotos acudieron a venerar a la Virgen de Guadalupe en capillas de distintas comunidades, mientras que la Parroquia San Francisco de Asís se vio abarrotada este lunes.

“Algo que caracteriza a nuestro pueblo es ser guadalupano. Es un día muy significativo para nosotros: el día de la Virgen de Guadalupe. Vemos en ella a una madre que abraza y cobija de forma amorosa, que apacigua nuestras tormentas, que intercede ante su hijo Jesús cuando le pedimos algo con toda nuestra fe, recordando sus palabras: ¿No estoy yo aquí que soy tu Madre?”, señaló Ángela Reyes Pérez, de la Pastoral de la Comunicación.



Abundó que el ser guadalupano significa estar siempre conscientes de que ella intercede por un pueblo que ha sufrido y continúa sufriendo pobreza, violencia y la imposición de leyes que buscan echar abajo algo tan valioso como son nuestros valores y el derecho a la vida.

“El ser guadalupano también nos da una responsabilidad. No es solo decir soy guadalupano, visitarla en su día y llevarle flores. Es más que eso. Es reforzar nuestra fe y enmendarnos con dirección a la verdad en la vida social, profesional, cultural y política. Es actuar de acuerdo al amor que Jesús ha traído a la humanidad, para conducir a todos a la salvación eterna y, al mismo tiempo, para hacer la vida sobre la tierra más humana, más digna del hombre”, recalcó.

Por ello, dijo, este 12 de diciembre ha sido la oportunidad para conocer realmente el significado del ser guadalupano. “No desbordemos nuestras emociones y abarrotemos iglesias buscando solo una bendición en un solo día del año. Sí, pidamos la bendición de la Morenita, para que bendigamos estas tierras todos los días con paz, justicia y reconciliación, concluyó.