El obispo de Orizaba, Eduardo Cervantes Merino, aseguró que en la actualidad se sigue presentando la escena de alguien que fue asaltado y solamente el que tiene corazón de samaritano lo ayuda. Ahora se requiere de apoyo a las madres buscadoras, a quienes han sido dañados por la violencia y más, pues estos son el prójimo.
Dijo que vemos al hombre tirado y golpeado en aquel que en la carretera fue asaltado, o en el barrio, en las situaciones de violencia, de sufrimiento; pero también en muchos caminos de nuestra vida, en el dolor de la persona, de las familias, de las tristezas, de las enfermedades, de la pobreza, de la falta de oportunidades. Añadió que hoy vemos tantas personas, pero más a los jóvenes, que son asaltados y tirados a la orilla del camino por la falta de oportunidades, de estudio, por las adicciones a diferentes tipos de droga. “Vemos gente tirada en la vida, consecuencia de las personas que siguen haciendo daño a través de la violencia; mamás que buscan a sus hijos en fosas, a ver si encuentran un restito de ellos, y situaciones de la tristeza por la realidad humana. Por eso Jesús habla y pide que tengamos entrañas, es decir: sentir desde adentro el dolor del otro”.
El prelado comentó que el prójimo con el cual debemos tener misericordia, amor y paciencia, en primer lugar es la familia. “Lo tenemos bien cerquita, a veces en el grupo de compañeros de escuela, de trabajo, nos encontramos con tantas personas en la calle y así, donde quiera que vayamos. Por eso la expresión de que podemos mostrar amor a Dios a través de los otros, es decir, en el prójimo”.