El cementerio “Juan de la Luz Enríquez”, en Orizaba no es sólo un lugar de descanso para los difuntos, sino también un atractivo cultural y turístico lleno de historia y misticismo. Su administrador, Camilo Boschetti Oliver, destaca la presencia de figuras históricas como el general Ignacio de la Llave y el abuelo del famoso Cri-Cri, "El Coronel", lo que ha convertido al cementerio en un lugar significativo para los visitantes.
Entre los monumentos más visitados, dijo, destaca La Niña del Ángel, protegida por un techo que resguarda la estatua. La leyenda dice que el ángel que está junto a la niña se movía para evitar el sol, detalle que fascina a los curiosos.
La Piedra del Gigante, una pieza de 60 toneladas que se cree procede de una erupción del volcán Pico de Orizaba, impresiona con su grabado de un hombre de proporciones gigantescas en su superficie.
La Cueva del Cristo Negro es de reciente creación, pues ahí se encontró una piedra de gran tamaño y se le hizo una cueva, posteriormente alguien dejó ahí un cristo y éste fue vandalizado, ahora se ha convertido también en un lugar de interés.