El crecimiento de las ciudades como Xalapa, en ocasiones sin la planeación adecuada que deriva en asentamientos irregulares sin los servicios hidrosanitarios necesarios, ejerce una fuerte presión a las finanzas públicas, pues los recursos no son suficientes para la construcción de plantas de tratamiento o drenajes que permitan sanear las aguas negras que se generan diariamente en los hogares.
La falta de un manejo adecuado de las aguas servidas, que en estos casos desembocan en afluentes como caños, arroyos o ríos, no sólo tienen un impacto en los ecosistemas que se convierten en áreas contaminadas; sino también en la salud de las personas, particularmente en las que habitan alrededor de los cauces fluviales.
Partiendo de esta realidad y considerando las soluciones basadas en la naturaleza (SBN), los humedales artificiales resultan una alternativa más económica y amigable con el medio ambiente, ya que no sólo ayudan a tratar las descargas con el uso de especies acuáticas, sino que ofrecen la posibilidad de reutilizar el recurso hídrico descontaminado.
Así, el Instituto Tecnológico Superior de Xalapa (ITSX), con el apoyo de CityAdapt del Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente (ONU Medio Ambiente), desarrolló un sistema de este tipo, que trata los 13 mil litros de agua servida que diariamente generan los baños y la cafetería que hay en su campus.
Denominado "Humedal Artificial de Flujo Superficial" para la gestión de aguas residuales, ha permitido sanear la problemática que generaba la falta de una planta de tratamiento y los malos olores que se desprendían del manejo inadecuado de las descargas sanitarias.
César Adolfo Rodríguez Gómez, jefe de la División de Ingeniería Civil y encargado del Programa Ambiental de Aguas Residuales del ITSX, explicó que con esta innovación ahora se cumple al cien por ciento con la normatividad mexicana que contempla que las aguas negras tengan un tratamiento.
"Se hizo la propuesta y se planteó la posibilidad de tener una planta de tratamiento pero obviamente los costos son excesivos y en relación a soluciones naturales, empezamos a ver que daban los mismos resultados, con inversiones totalmente diferentes y por eso es que poco a poco nos fuimos enfocando a dar solución a una problemática en el Tecnológico con mecanismos naturales", destacó.
Y es que indicó que mientras en el proyecto del humedal artificial, que inició su construcción en marzo, se concluyó en octubre y empezó a funcionar en noviembre de 2021, costó alrededor de 2 millones de pesos (1.6 mdp aportados por CityAdapt y 400 mp por el ITSX); una planta de tratamiento implicaba una erogación de hasta 15 mdp.
¿En qué consisten los humedales artificiales?
En palabras de Rodríguez Gómez, ingeniero civil por la Universidad Veracruzana (UV), con maestría en la Administración de la Construcción en la Cámara Mexicana de la Industria de la Construcción (CMIC), los humedales existen en la naturaleza en zonas pantanosas.
"Un humedal es una transición que hay entre un medio terrestre y un medio acuático, que se genera en zonas pantanosas y que permite el desarrollo de microorganismos que se comen la materia orgánica que estamos desechando, a ellos les sirve; entonces el ser humano ha adoptado esas condiciones naturales para aprovechar sus bondades y la eficacia de los sistemas", explicó.
En ese sentido, detalló que el humedal instalado en el Tecnológico de Xalapa cuenta con plantas como Papiro (
Cyperus papyrus), Ave del Paraíso (
Strelitzia reginae) y otras especies que se han adaptado a medios acuáticos, cuyas raíces permiten el desarrollo de bacterias y hongos que se alimentan de la materia orgánica en descomposición limpiando el agua.
"Hay un pretratamiento primario para quitar los sólidos como el jabón o grasas que perjudican al sistema (las especies) y una vez que pasa por esos procesos previos se introduce a los humedales, en el caso de aquí es subsuperficial porque no hay un espejo de agua que se pueda apreciar porque el nivel del agua está a unos 20 o 30 centímetros por debajo del nivel del sustrato", detalló el profesor universitario.
Antes de llegar a los tres humedales, que fueron ubicados a un costado del campo de futbol, las aguas servidas se canalizan por medio de tuberías y registros que desembocan en un biodigestor (un tanque de plástico con un fondo cónico) en el que los sólidos se sedimentan (y al cabo de meses se extraen, se dejan secar y se utilizan como abono), permitiendo que el líquido pase a los espacios donde están sembradas las plantas para su saneamiento natural.
"El agua se reutiliza para regar la cancha, que consume mucha agua, entonces estos humedales que tenemos aquí y los hicimos en serie para tener ahí un proceso de investigación y medir variaciones, al final de toda la línea de conducción hay una cisterna con una capacidad de 50 mil litros, donde hay una bomba y cuando el agua va pasando se almacena, prendemos la bomba y se riega (la cancha)", agregó.
César Rodríguez resaltó que así el ITSX dejó de ser un agente contaminante por el no tratamiento de las aguas servidas, pues ahora recicla la que es tratada, la reutiliza para mantener verde el campo deportivo y evita utilizar el agua potable, lo que también se ha traducido en un ahorro de hasta 10 mil pesos en la facturación mensual del servicio.
"Le estamos poniendo unos sensores para medir la calidad del agua y que nos asegure que podemos estar haciendo este reciclaje, cumpliendo con la normatividad vigente", estableció.
Alternativa viable para tratar aguas en la ciudad
El jefe de la carrera de Ingeniería Civil del Tec de Xalapa aseveró que esta alternativa de solución basada en la naturaleza es viable para tratar las aguas negras en zonas de la ciudad que carecen de drenajes sanitarios; aunque aclaró que para ello deben existir las condiciones climatológicas.
"Porque obviamente este tipo de plantas tienen una temperatura idónea en la cual pueden vivir y no las podemos llevar a lugares congelados porque van a morir; pero en lugares tropicales, parecidos a Xalapa, es totalmente viable", expuso.
Además, consideró que las autoridades gubernamentales podrían utilizar los parques públicos para instalar allí los humedales, que pueden adornar el paisaje urbano al tiempo que purifican el vital líquido que fue desechado por los hogares.
"Y posteriormente canalizarlo a un drenaje municipal y lograríamos que la cantidad de contaminación del agua que va en el drenaje disminuya, entonces cuando llegue a una palabra de tratamiento ya llegue con menos carga contaminante y por ende sería menos costoso su mantenimiento y el proceso", precisó.
Además, reafirmó que por el costo de construcción en términos económicos, los humedales artificiales serían una opción natural para tratar las aguas servidas en los lugares donde no tienes infraestructura hidrosanitaria o la canalización de las descargas no va a parar a una planta de tratamiento.
Menor gasto en mantenimiento
El encargado del Programa Ambiental de Aguas Residuales del ITSX refirió que mientras una planta de tratamiento requiere de una fuerte inversión para su construcción, a lo largo de su vida útil, necesita recursos para su mantenimiento, además del uso de electricidad para su operación.
Es distinto con los humedales artificiales, que a su decir, requieren de un gasto menor, particularmente en la limpieza del sustrato y el cuidado de las plantas que cumplen la función purificadora.
"Las plantas de tratamiento son sistemas muy mecanizados, consumen energía, requieren que se echen muchos químicos, mucho mantenimiento y sale costoso. Es un problema porque luego las construyen y el mantenimiento se va dejando y (llega a quedar), en un momento, inservibles. Hay que darles un mantenimiento periódicamente porque si no, va cayendo su funcionalidad y van cayendo en la obsolescencia", sostuvo.
De allí que insistiera que la naturaleza tiene la solución para todo y es importante voltear a ver las alternativas que puede ofrecer para resolver problemáticas ambientales como la falta de un tratamiento adecuado de las aguas servidas.
"Simplemente hay que acoplar la naturaleza a las características y necesidades que tenemos. Hay que hacer un programa por colonias, por fraccionamientos y que se vayan incorporando, que los desarrolladores de viviendas los incorporen antes de desalojar su agua residual al drenaje y que sea el mismo fraccionamiento el que lo administre y le dé mantenimiento", planteó finalmente.