Ir a Menú

Ir a Contenido

Sección: Estado de Veracruz

Ineficiencia y delincuencia gubernamental municipal

Rafael Arias Hern?ndez 16/10/2017

alcalorpolitico.com

A 410 días del final, a casi la mitad del periodo del llamado gobierno de la alternancia sobresalen opacidad e incapacidad, mediocridad y superficialidad.

Ver para creer. Destaca

también un Congreso local afectado y determinado por impunidad y corrupción, que dice aprobar y respaldar ley y sistema estatal anticorrupción.

Pobre Veracruz más y más pobre,

inseguro y hambriento. A junio de 2017, tiene -6.8

% de crecimiento industrial. Seis meses seguidos de crecimiento negativo, de acuerdo a los indicadores macroeconómicos del INEGI.

El desastre del quehacer gubernamental estatal se acumula,

pero también alcanza y caracteriza, tanto al ámbito federal como al municipal, en donde abundan casos de mala y peor administración pública; poca o nula planeación o previsión;

y mínima participación y evaluación social. Ni a cual irle. ¿Qué Ayuntamientos y en cuanto aumentó

la deuda municipal? ¿Cuáles están en crisis financiera? ¿Cuál es el tamaño del daño?

Aumentan, justificadas protestas sociales e inconformidades

populares. Ineficiencia y delincuencia oficiales causan, alientan y fortalecen más y más expresiones de resistencia y desobediencia civil.



El creciente hartazgo de la población es inocultable y las respuestas de los gobiernos, en su mayoría siguen siendo las mismas: más cortinas de humo y entretenimiento; más gasto oficial y endeudamiento; más concesiones, privatizaciones y negocios público-privados,

entregando servicios públicos básicos, como agua, alumbrado, recreación, seguridad, recolección de basura y otros.



Demasiadas dependencias e instituciones oficiales funcionan mal, cuestan mucho y hasta son refugio de parásitos, cómplices o socios, incluyendo manipuladores político-electorales. Eso sí, con exagerados sueldos y gastos, todo con cargo al presupuesto.

Innumerables expresiones sociales señalan, que sobresalen instrumentos, medios y sistemas oficiales tan caros, como inútiles y simuladores,

como los cientos de planes (empezando por los de desarrollo estatal y municipales), ilegales, simuladores e inconsistentes; las miles de costosas auditorias contratadas, con sus encubridoras contralorías y el órgano de simulación superior

ORFIS, descarado cómplice por años y ahora sensacionalista y descubridor de lo que permitió y alentó; y hasta el archiviolado presupuesto oficial, indefinido, sin autorizar y decorativo porque quienes gobiernan gastan y hacen lo que les da la gana.

¿Por qué no se evalúa permanentemente a todos los gobiernos?

En particular, a los municipales que están por concluir. ¿Por qué, para empezar, no se distingue a buenos, regulares, malos y peores Ayuntamientos?

Importante identificar intocables y reciclables; presuntos responsables, y prófugos potenciales.



Mientras, se prueba y comprueba que el consorcio PAN-PRD, llego al poder para no poder. Ahí

la lleva, aprovechando y administrando el desastre heredado y agregando el propio. Haciendo como que hace y “nadando de a muertito” o entre ellos, que cada vez son más.

Políticos y gobernantes, ahí van, excepciones aparte, dizque persiguiendo justicieramente al pasado, escandalizando, justificándose y auto promoviéndose;

y, al mismo tiempo, amarrando el futuro, formando parte de las bandas políticas y entrando de lleno a la grande: a las elecciones de 2018.



Con razón se afirma, que no hay ni habrá verdaderos servidores públicos ni para remedio; pocos están dispuestos a atender, en serio, necesidades sociales básicas y problemas prioritarios de la población.



Notorio que lo que más preocupa y ocupa a políticos, dentro y fuera del gobierno, es mantenerse lejos del alcance de la justicia y asegurar su libertad y beneficios, haciendo todo lo posible porque inconformidad y hartazgo social no triunfen, en las próximas elecciones.

Mientras, se

padece creciente inseguridad, así como

estancamiento o recesión económica y crisis de finanzas públicas malentendidas y peor atendidas; preocupa que para 2019, como parte y consecuencia

de la entrega recepción oficial, se entregará un Veracruz con casi 5.6 millones de pobres y 1.5

millones de hambrientos..

Alienta, que aunque lentamente y obligados,

a duras penas, casi a la mitad del camino, 11 meses después, quienes gobiernan el estado, empiezan a entender que tienen la obligación de informar y transparentar permanentemente todos sus actos, no solo lo que dicen que recuperan, sino también lo que reciben, administran y gastan; así como lo que hacen, bien o mal, y lo que dejan de hacer y queda pendiente. Preciso insistir, que opacidad favorece impunidad y deben ser denunciadas y combatidas.



Insistir, que el gobierno estatal sigue sin informar con puntualidad, lo establecido en las leyes. No hay

transparencia, ni acceso a la información.

Inevitables, las preguntas se repiten, ¿de qué tamaño es el daño recibido y cuál es ya, el acumulado? ¿A cuánto asciende el total-total de deuda pública estatal y municipal? ¿Dónde están los miles de millones de pesos presupuestados y desaparecidos? ¿Los resultados de la entrega recepción? ¿Cuántos despedidos y cuántos nuevos contratados van? ¿Incrementos en ingresos presupuestales? ¿Renovar o autorizar más concesiones y privatizaciones, para beneficiar a quienes?



INEPTOS Y CORRUPTOS. RESPONSABLES Y EFICIENTES.

Por concluir

212 Ayuntamientos, cientos de funcionarios salen y, para asombrarse, de muchas formas se escucha: “no pasa nada, vamos bien y viene lo mejor”.



Obligatorio calificar al gobierno municipal. Preciso determinar,

si es bueno, regular, malo o peor. Concluidos 4 largos años, deben informarse, analizarse y evaluarse los resultados. ¿Qué dejan y qué se llevan?
Cuál

cumplimiento y trabajo efectuado. Corroborar lo dicho con lo hecho (bien o mal) y lo que está pendiente. Determinar si cumplieron e hicieron cumplir la ley.

Simplemente, comprobar

resultados, para proporcionar confianza y apoyo a responsables; o denunciar y castigar a irresponsables y delincuentes. Sobre todo, si se padece un gobierno mediocre o malo, que puede empeorar al cambiar.

Probado está,

que la situación no se va a corregir sola; y más, cuando el problema crece y se complica. Excepciones aparte, esa es la historia de los gobiernos municipales en Veracruz.

La

situación actual es más difícil y complicada; los contextos estatal y nacional complicados y desfavorables; y, sin duda, se deben aprovechar las pocas oportunidades, lo que justifica una actitud positiva, preventiva y correctiva.



En todo caso, imprescindible asegurarse siempre que el gobierno sirva, que su desempeño sea aceptable y que responsabilidad, eficiencia y capacidad de respuesta, adecuada y oportuna,

le caractericen.