Este año se cumple una década de la aparición del
Informe Mundial sobre la Discapacidad que elaboraron la Organización Mundial de la Salud (OMS) y el Banco Mundial (BM), un destacado esfuerzo por proporcionar datos precedido por otro gran esfuerzo internacional en la materia como lo fue la Convención de Naciones Unidad sobre los Derechos de las Personas con Discapacidad la cual entró en vigor en 2008.
Aunque han pasado diez años del
Informe Mundial, las cifras no dejan de sorprender y el análisis y las propuestas de ser pertinentes. El
Informe precisa que se estima que más de mil millones de personas en el mundo viven con algún tipo de discapacidad; conforme al estudio
Carga Mundial de Morbilidad las discapacidades infantiles (0-14 años) se estiman en 95 millones de niños y niñas; asimismo, que el número de personas con discapacidad está creciendo debido al elevado envejecimiento de la población y al incremento global de los problemas crónicos de salud asociados a discapacidad, como la diabetes, las enfermedades cardiovasculares y los trastornos mentales.
De acuerdo a la
Encuesta Mundial de Salud, recogida en el
Informe, la discapacidad es mayor en los países de ingresos bajos que en los países de ingresos más elevados, las personas en el quintil más pobre, las mujeres y las y los ancianos presentan una mayor prevalencia de la discapacidad, y las personas con pocos ingresos, sin trabajo o con poca formación académica tienen mayor riesgo de discapacidad.
En el
Informe Mundial sobre la Discapacidad se señala que los obstáculos discapacitantes -el entorno que restringe la participación de las personas con discapacidad- son las políticas y normas insuficientes, las actitudes negativas, la prestación insuficiente de servicios, los problemas con la prestación de servicios, la financiación insuficiente, la falta de accesibilidad, la falta de consulta y participación, así como la falta de datos y pruebas.
En torno a cómo está afectada la vida de las personas con discapacidad, esto es, cómo los obstáculos discapacitantes contribuyen a las desventajas que experimentan las personas con discapacidad, el
Informe señala que tales obstáculos generan peores resultados académicos, menor participación económica, tasas más altas de pobreza, mayor dependencia y participación limitada, así como produce peores resultados sanitarios toda vez que las personas con discapacidad pueden experimentar mayor vulnerabilidad a enfermedades secundarias prevenibles, comorbilidades y trastornos relacionados con la edad.
De ahí que la OMS y el BM en el
Informe hagan un llamado mundial a abordar los obstáculos y desigualdades, plenamente vigentes. En primer lugar, precisamente abordando los obstáculos a la atención a la salud a través, entre otras medidas, de lograr que todos los niveles de los sistemas de salud existentes sean más inclusivos y que los programas de salud pública sean accesibles a las personas con discapacidad, con lo que se lograría reducir las desigualdades y las necesidades no satisfechas en la esfera de la salud. En segundo lugar, abordando los obstáculos a la rehabilitación pues ésta es una buena inversión porque genera capacidad humana, de ahí que debiera incorporarse a la legislación sobre la salud, el empleo, la educación y los servicios sociales, y en las leyes específicas para las personas con discapacidad. Adicionalmente, se deben abordar los obstáculos a los servicios de apoyo y asistencia; crear entornos favorables; abordar los obstáculos al empleo, y de fundamental importancia, abordar los obstáculos a la educación pues crear un entorno de aprendizaje inclusivo ayudará a todas y todos los niños a aprender y realizar su potencial.
El
Informe Mundial sobre la Discapacidad es un documento conmovedor y un gran llamado a la acción pública. Me quedo con las palabras de Stephen W. Hawking, el admirado astrofísico inglés, quien hizo el prólogo: “... tenemos el deber moral de eliminar los obstáculos a la participación y de invertir fondos y conocimientos suficientes para liberar el inmenso potencial de las personas con discapacidad. Los gobiernos del mundo no pueden seguir pasando por alto a los cientos de millones de personas con discapacidad a quienes se les niega el acceso a la salud, la rehabilitación, el apoyo, la educación y el empleo, y a los que nunca se les ofrece la oportunidad de brillar”.
Consejero electoral del INE
@Jose_Roberto77