Al iniciar la celebración de “Día de Muertos”, la población indígena nahuatl de 14 municipios de esta región montañosa, llevan a cabo la exhibición de altares que se montan desde las oficinas públicas, hasta en las más humildes viviendas.
Las ofrendas son presentadas con platillos típicos como tamales de hoja de plátano o maíz, mole, atoles, frutas, pan que hornean especialmente en estas fechas, así como el aguardiente extraído de las entrañas de la caña, llamado Castila.
La profesora Dolores Lucía Ortega Tzitzihua, promotora de estas tradiciones en Zongolica, señaló que las familias de esta región montañosa recorren los puestos que, con motivo de la fiesta de los Fieles Difuntos, se instalan cada año en el atrio de la iglesia de San Francisco de Asís y algunas calles aledañas al Palacio Municipal.
Allí se exhiben los canastos para las ofrendas, veladoras, incienso, calaveritas de chocolate o azucar, vasijas, chocolates y flores de cempasúchil.
De acuerdo a la tradición ancestral, la celebración inicia el día 31 de octubre cuando se reciben las ánimas benditas, que son los bebés que no fueron bautizados o que fallecieron en el vientre de la madre.
Del 31 de octubre al 1 de noviembre, a media noche se da el recibimiento a los niños mediante un camino con flor de cempasúchil y copal, desde la puerta de la casa que da a la calle hasta el altar, en tanto, el día 2 de noviembre, los fieles difuntos son recibidos en los altares con la comida y bebida que más les gustaba.
La también organizadora de la exposición de altares que se realizó en los bajos del Palacio Municipal, Ortega Tzitzihua, indicó que en esta ocasión participaron alumnos de la facultad de Ciencias y Técnicas de la Comunicación de la Universidad Veracruzana (UV) del puerto de Veracruz, del Colegio de Bachilleres del estado de Veracruz (COBAEV), de la Secundaria Técnica 54 de Zongolica y del Instituto Veracruzano para la Educación de los Adultos (IVEA), así como personal de los almacenes de DICONSA y del Ayuntamiento.