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Sección: V?a Correo Electr?nico

Insiste que no entiende para qué piden el nombre en el sorteo Pro-diezmo si no servía de nada

Hace un llamado a la Arquidiócesis a reflexionar sobre el poder que tiene un absurdo reglamento sobre los principios en que se basa su doctrina

30/05/2012

alcalorpolitico.com

Gracias señor Director por permitirme expresar esta última réplica respecto a mi postura del sorteo Pro-diezmo.

Señora Daniela Campos.

Agradezco mucho que se haya tomado el tiempo de leer mi opinión. Sin embargo la pregunta central es ¿Para qué o por qué solicitaron al comprador del boleto su nombre si con tener el boleto bastaba para cobrar el premio? Esa sigue siendo mi pregunta. Y nadie la ha respondido.

Es ahí, Daniela, dónde radica el absurdo. Y que esta cofradía se respalde en este tipo de contradicciones de "te identifico pero sin boleto no te doy nada" sabiendo que un papelito puede perderse, puede mojarse, puede dañarse, me parece de lo más lamentable. Más aún tratándose de personas de avanzada edad que se hallan en situación de pobreza y que seguramente con esfuerzo y esperanza adquirieron el famoso boleto.

Principios como "piedad", "caridad", "protección al desamparado", "amor al prójimo" se rinden ante la Ley de Herodes (SEGOB) como podremos ver, con el beneplácito y el conformismo de los piadosos y caritativos miembros de esta institución. Por eso no le creo nada ni a la cofradía religiosa ni a sus "caritativas colectas".

Hago un llamado a la Arquidiócesis, a reflexionar sobre el poder que tiene un –repito– absurdo reglamento sobre los principios en que se basa su doctrina, ya que la humildad es un valor que deben predicar con el ejemplo y estoy segura que no es nada cómodo reconocer que al interior de tan respetable cónclave pueda más el mandato legaloide que el designio de Dios que en su misericordia premió a estas personas con esos centavos que a ellos les hacen más falta que a los clérigos.

Yo, precisamente por ética civil es que estoy expresando estas opiniones a favor de quienes seguramente no tienen los medios para expresar la frustración que sienten de haber dado su nombre cuando no tenían ninguna obligación de hacerlo ya que con el papelito bastaba. Respecto a suponer que si yo me ganara el Melate no pagaría impuestos se equivoca, para empezar ni lo juego porque no participo de ese tipo de sorteos. Lo que me queda claro es que en el Melate no le piden el nombre a nadie para adquirir un boleto.

Insisto, ¿Para qué o por qué se piden los datos personales?

Saludos
Angélica.