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Sección: Estado de Veracruz

Jorge Saldaña, referente en los medios de comunicación por su destacada trayectoria

Su labor da cuenta y ejemplo de los miles de comunicadores que han sido perseguidos, asesinados o silenciados a lo largo de los años

De la Redacci?n Xalapa, Ver. 07/01/2014

alcalorpolitico.com

Por muchos años, Jorge Saldaña ha destacado como periodista, cronista, locutor, compositor y escritor. Nacido en Banderilla, Veracruz, el 5 de enero de 1931, estudió en la Facultad de Derecho de la Universidad Veracruzana. También estudió Derecho Internacional en La Haya, Holanda; así como Civilización Francesa, en París, y Periodismo en Madrid.

Durante su carrera ha sido considerado por los especialistas como uno de los más ilustres representantes de la terquedad defensora en los medios de comunicación mexicanos. Su labor da cuenta y ejemplo de los miles de comunicadores que han sido perseguidos, asesinados y silenciados a lo largo de los años.



De hecho, el filósofo, intelectual y escritor, Fernando Buen Abad Domínguez, lo describe como “un luchador cuyo ejemplo de constancia, coherencia e inteligencia, no es una apología, sino una lucha pionera, provocadora y desafiante, en los mass media mexicanos”

Para Saldaña, la televisión ha pretendido construir en México, un pueblo al servicio del poder. Incluso define el neologismo “televicracia”, en el sentido de que la televisión domina al núcleo del poder.

“Sistemática voluntad de dirigir a un pueblo por medio de la imagen y el sonido. Pretenden hacer consustancial el concepto de mexicano al concepto televisión, para que creas que todo lo de México le pertenece a la televisión”



En este sentido, Jorge Saldaña, mencionó que la “televicracia” es la responsable del rezago educativo en México, así como del modelo mercantil de corte latifundista que en México reina mayormente bajo el nombre de Televisa, “pero que no excluye a otros modelos, también oligarcas, imitadores o sucedáneos”.

“La televisión es fuente de muchos males terribles; ha hecho metástasis impune en todas las dimensiones del tejido social”.

Por ello, Saldaña ha inventado series y programas, tanto televisivos como radiofónicos, que hoy en día continúan siendo ejemplos de comunicación, tanto por su capacidad de aporte como por su siempre base crítica de la realidad mexicana.



“Por eso me han echado de los trabajos y jamás he sido ni reinstalado, ni indemnizando. Confío en que esta “televisión”, toxica y corrupta, que desde dentro he combatido durante muchos años, bien pudiera ser herramienta emancipadora si obedeciera a un proyecto distinto y obedeciera a intereses sociales. Es necesario recordar siempre esa lucha”.

Para el comunicador, la edad jamás ha sido pretexto para dejar de combatir y hoy, sus años de vida representan para las nuevas generaciones, experiencia valiosísima que no debe ser desperdiciada ni ignorada.

Su trayectoria es ejemplo de esos casos, tozudos y heroicos, que en México ha logrado sobrevivir, pese a la censura y envidias de quienes consideran imposible la diversidad de ideas y voces.



“Sobrevivo porque “zigzagueo” sin rendirme. En México los medios mercantiles no son solidarios con los periodistas porque son sólo solidarios con sus intereses comerciales”.

En un México donde se silencia a los comunicadores para proteger y defender los intereses de los monopolios de los medios de comunicación, Saldaña es referente de lucha a través de su humor irónico, su sabiduría popular que también sabe burlarse, y defenderse, contra el reino demagógico de los “licenciados pasados de rosca”, especialmente cuando se la escucha y es visto en medios que han sido vedados a los pueblos.

Se define a sí mismo como un trabajador incesante de la libertad de expresión, que entiende claramente el problema de la inteligibilidad de los mensajes sin dejar de tener riqueza crítica y valor conceptual.



Esto permite a sus seguidores afinar la mirada para distinguir cómo, bajo el imperio de la miseria y la barbarie, la comprensión de la realidad misma es plataforma de impulso para salir de una vida vulgarizada y envilecida por los aparatos mediáticos burgueses.

Además ha luchado en un medio y en un México ríspido, árido y embrutecido por el opio mass media, por lo que ha escrito páginas imborrables en la Historia de la televisión y la radio en México, por ello han calificado su obra como una lucha incesante contra la miseria intelectual y de todas las miserias del neoliberalismo.

“La lucha contra la vida amarga, decadente y miserable, necesita que seamos capaces de desarrollar la praxis comunicacional transformadora y accesible al lado de los pueblos; no como un repertorio de sabihondos salidos de escuelas, escuelitas o escuelotas de pensadores faranduleros. Es preciso ganar y mejorar todos los métodos y procedimientos de la comunicación para contribuir a crear colectivamente la vida nueva”.



De ahí la importancia de darle continuidad a su trabajo y sobre todo, ser testigos de su paso por los medios de comunicación, donde quiera que sea posible encontrarlo.