Ir a Menú

Ir a Contenido

Sección: Estado de Veracruz

José “Chocolate” Pérez: de la bravura en el barrio a la conquista de sus sueños

- Pese a la pobreza, el xalapeño de El Dique dio un giro a su vida y logró lo que se propuso

- Triunfó en el deporte y en la vida; posee títulos profesionales y es dueño de inmobiliaria

Julián Rodríguez Xalapa, Ver. 15/12/2021

alcalorpolitico.com


Click para ver fotos
Una tarde de abril, en 1977, varios miembros del equipo futbolero de la secundaria Federal número 2 corrían despavoridos por la calle Cayetano Rodríguez; eran perseguidos por jóvenes de la “Antonio Ma. de Rivera”.

La búsqueda de refugió los hizo llegar a una casa en la calle Basurto; uno de los chavos se “tronó” y no logró esconderse, el cansancio lo derrotó y no pudo avanzar más. Rápidamente lo alcanzó uno de sus perseguidores. El tipo era alto, fuerte, con semblante de pleito, su cara lo mostraba como alguien de pocos amigos; indagó al cansado: “¿por qué corres?”, dijo; el sudoroso escapista, chamaco de apenas 14 años, no supo qué contestar, el miedo lo paralizó y se limitó a esconder la cabeza. Por fortuna, aquél estudiante de la entonces polémica "Antonio Ma. de Rivera" no lo agredió, tal vez movido por una piedad milagrosa, y se dio la vuelta para irse por donde había llegado.

Ese hombre intimidante y serio, muy amigo de las broncas, era ni más ni menos que el popular “Chocolate”, quien en los 70´s y 80´s era considerado todo un personaje.



Aquél que fuera conocido por su fiereza fue cambiando de actitud con el curso de los años, podría decirse que recobró su sano juicio y dio otro rumbo a su camino.

A 44 años de su encuentro con aquél frágil chamaco, José Alberto Pérez Fuentes “Chocolate” platica con nostalgia algunos hechos interesantes de su vida.

“Chocolate” era alguien que tuvo que sacar la fuerza en su carácter, pues vivía en el bravísimo y mítico barrio de El Dique.



Peleó mucho durante su infancia y adolescencia. Un día de clases golpeó a Ramón Sandoval “el Pichi”, chamaco de su misma edad, por haberle dicho “negro”; los maestros regañaron al “Chocolate” y llevaron el suceso a oídos de su madre, quien preguntó al ofendido por qué lo había hecho “me llamó negro” contestó José Alberto. La madre tomó del brazo al golpeador y lo llevó al espejo: “mírate hijo, eres negro” le dijo entre risas. Desde aquél día se acabaron los dolores que el color de piel le provocaba a su orgullo, ya los apodos dejarían de molestarlo.

Pese a vivir en pobreza nunca dejó guiarse por aquellos que le incitaban a consumir algo que afectara su salud, mente o espíritu. "Nunca me gustó el alcohol, ni las drogas, ni nada, sólo las mujeres… hasta la fecha… pero traté de guardar respeto hacia los demás, ni intenté lastimar a alguien”, dice “Chocolate” cuando recuerda aquellos tiempos.

Su vida dio un gran un giro con el paso natural del tiempo: "Cuando tenía 33 años de edad y trabajaba en el IMSS me senté y me hice una autocrítica ¿Hacia dónde vas?, me preguntaba. Ya creciste en un barrio bravo, ya viviste la miseria, ya fuiste policía, ahora tienes que reordenarte de manera personal, ver qué tanto nivel intelectual tienes y qué calidad y nivel de vida puedes generar para ti y los tuyos, por lo que decidí prepararme, sobre todo espiritualmente”, platica, y decidió concentrarse en sus metas.



Quien también fuera futbolista amateur nunca conoció el miedo: “El barrio significa la unión, mi forma de ser, el no ser débil, ni tener miedo a nadie y cuando falleció mi padre había que sacar el carácter”, explica.

A muchos ayeres de esa vida, José Pérez Fuentes confiesa que no cambiaría lo que vivió: "De nada me arrepiento, ni de cortar café a los 8 años de edad ni de comer dobladas de frijol, ni de lo que viví porque no lastimé a nadie”.

“El Chocolate” nunca ha perdido el piso. Su bandera ha sido siembre la de la humildad: “Naces preguntando y te mueres sin saber, no tienes nada cuando naces ni nada te llevas cuando te mueres, lo que tienes es lo que vives y, aún con la enfermedad que padecí [Covid-19] sigo siendo el mismo, mi esencia es ayudar sin mirar a quien” relata, asomando la añoranza en sus ojos.



Aunque le gustan deportes como basquetbol, voleibol y béisbol, es el futbol lo que le apasiona, incluso ha obtenido muchos títulos con su equipo de El Dique; también recordó su participación en otros equipos: “Jugaba con la Secretaría de Seguridad Pública y enfrentamos a las10 de la noche a Finanzas; fue un tiro libre y disparé, el balón se fue a incrustar al ángulo inferior derecho del portero y con ese gol logramos coronarnos”, dijo.

Hoy un hombre exitoso que se graduó como licenciado y cuenta con títulos profesionales y diplomados, además tiene una inmobiliaria. No obstante, el mayor logro del “Chocolate” es haber edificado su historia desde la pobreza, desde sus deseos de mostrar al mundo que pese a vivir en un barrio bravo, el más bravo de Xalapa, supo cómo sacar la casta y su determinación lo llevó a triunfar en el deporte y la vida misma.