Joven que aterrorizó Santander de Veracruz, sólo quería sitio concurrido para expresarse

A disposición de la Fiscalía primera investigadora de la ciudad de Veracruz, permanece sujeta a indagación la estudiante Sonia Patricia Rosales Rodríguez, quien fue asegurada adentro de una sucursal bancaria Santander en el Centro Histórico y en donde con amenazas, sometió a clientes y empleados.

En las próximas horas se determinará su situación jurídica. Los presentes creyeron que la joven portaba algún tipo de explosivo y, por el temor, le obedecieron, hasta que la detuvo la Policía Naval y Estatal. Se esperan los resultados de una evaluación psiquiátrica para determinar el estado de salud que guarda la ahora detenida, pues ya había presentado comportamientos extraños y sus padres la iban a llevar con un especialista.

Sonia Patricia Rosales Rodríguez, de 20 años de edad, fue presentada para rendir declaración ministerial y en ningún momento aceptó que sus intenciones eran robar el banco.



Por momentos, la mujer se evadía de la diligencia y los cuestionamientos por parte de la autoridad. Incluso los padres de la joven aseveran que de un tiempo a la fecha había presentado comportamientos extraños y les recomendaron llevarla para una evaluación con el psiquiatra.

Rosales Rodríguez dijo que sólo quería un sitio con mucha gente para expresarse y fuera escuchada, escogiendo el banco porque siempre había muchas personas.

Los testigos y empleados del banco Santander sostuvieron en sus declaraciones que vieron a la joven entrando con lentes y un celular hablando, paseándose por el área de atención a clientes, sin hacerle caso a los empleados que no podía hablar por celular adentro del inmueble.



Luego gritó a todos que “iban a valer madre, que se los iba a llevar la chingada... arrodíllense, hagan sus plegarias a Dios y arrepiéntanse de todo lo malo, de sus pecados”. Sin embargo, nunca les dijo que era un asalto o que estuviera armada, sostuvo la autoridad ministerial.

De acuerdo al testimonio de los clientes, la mujer empezó a cantar alabanzas religiosas y los obligó a entonarlos con ella.

Al sitio se movilizaron cuatro unidades de la Policía Naval, quienes cerraron calles colocando las patrullas y cinta amarilla. Luego se apersonaron los agentes de Seguridad Pública e ingresaron y sometieron a la jovencita, sin asegurarle ningún arma de fuego o explosivos.



Esto se dio el miércoles 20 de abril, en la sucursal de la avenida Independencia y la calle de Benito Juárez de la colonia Centro, en el primer cuadro del puerto de Veracruz.

En las próximas horas se determinará su situación jurídica, ya que se esperan los resultados de una evaluación psiquiátrica a la que va a ser sometida para determinar el estado de salud que guarda Sonia Patricia Rosales Rodríguez.

Lo anterior, quedó ya radicado dentro de la investigación ministerial 271/2016 de la Fiscalía primera investigadora del puerto de Veracruz.