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Sección: Estado de Veracruz

A propósito del examen a la UV

Jóvenes deben clarificar sus vocaciones a ver si sale de ahí un sacerdote, convoca el Arzobispo de Xalapa

- Contó que él no quería ser sacerdote, sino químico y llegó a ser Arzobispo

- Con cuatro amigos presentó el examen: los demás no quedaron y él si…

?ngeles Godoy Morales Xalapa, Ver. 07/02/2010

alcalorpolitico.com

En su sermón dominical, el arzobispo de Xalapa monseñor Hipólito Reyes Larios hizo un llamado tanto a jóvenes como adolescentes a seguir el llamado de sus vocaciones.

Tomó los ejemplos de los apóstoles Pedro, Pablo e Isaías, quienes dejaron sus vidas de comodidad por seguir el llamado de su fe. Así también mencionó que no importando la personalidad, Dios ama a todos “Dios nos llama y no nos cambia la personalidad; si nos llama en una cierta condición así nos deja, pero nos va transformando el corazón nos va haciendo diferentes va transformando nuestra vida”.

El arzobispo dijo que cada quien tiene que descubrir cuál es su vocación, por lo que contó una anécdota sobre cómo se inclinó a la vida sacerdotal. Mencionó que él quería ser químico y junto con otros cuatro compañeros presentó el examen. No obstante, él fue el único que sí pasó pero no entró a la escuela, ya que decidió resolver la inquietud que tenía en su corazón. Y, aunque ni siquiera quería ser sacerdote llegó hasta arzobispo.

Por ello, exhortó a los jóvenes a pensar en cómo los ha llamado Jesús y en la misión especial a la que han sido enviados.

Señaló que “aún con defectos y hasta con nuestros muchos pecados, Dios nos respeta así como somos, así nos quiere; hace maravillas a través de nosotros cuando dejamos que Dios nos lleve, pero tenemos que decirle al señor -Señor con estos bueyes tienes que arar-, ya que sabemos nuestra condición”.

Afirmó que la adolescencia y la juventud son épocas especiales ya que “Dios habla más abiertamente al corazón, sobre todo en el aspecto vocacional, es el momento de sentarse a pensar por qué estoy aquí; cuál es mi vocación; cuál es la misión que me tiene encomendada y que solamente cada uno de ustedes puede realizar”.

Indicó que a este llamado, los jóvenes tienen que “clarificarlo, dilucidarlo y estar dispuestos como Pedro, Pablo o Isaías, a seguir al señor por donde les lleve”.

Concluyó haciendo una oración para “pedirle al Señor que confirme a cada uno de los presentes en su vocación y que les de eficacia en la misión que les ha encomendado”.