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Sección: Estado de Veracruz

Juicios orales no son suficientes para acabar con la corrupción: Iglesia Católica

Debe haber un cambio de mentalidad desde las autoridades hasta los ciudadanos, considera el vicario de la Catedral de Córdoba Guillermo Desceano

Roc?o Arroyo C?rdoba, Ver. 05/05/2013

alcalorpolitico.com

Los juicios orales no acabarían solos con la corrupción, sino se tiene un cambio de mentalidad desde las autoridades hasta los ciudadanos, aseveró el vicario de la catedral de Córdoba, Guillermo Desceano Cobos, al señalar que este nuevo sistema penal se debe implementar en apego a sus bases para que se ejerza la justicia en la entidad.

“El problema es que cuando se adquiere un poco de poder, se empieza a pensar que estas sobre la ley y esa forma de pensar, esa forma de ver el poder como un medio para servirse y no de servir, es lo que hace que no haya equidad, y se de la corrupción” lamentó.

Criticó que son todas estas prácticas las que van lacerando a la sociedad, situaciones que no se solucionan únicamente con la implementación de los juicios orales, aunque si será un factor que aporte en la procuración de justicia, aseveró.

“La sociedad está integrada en una complejidad, un solo factor de cambio en la sociedad no garantiza el cambio social, este se da desde todas las estructuras, desde todas sus bases” puntualizó.

Destacó que si bien se puede reformar una ley, eso no significa que se va aplicar y que va haber garantía de un cambio o de su cumplimiento, situación que hace más complejo el que exista un cambio para bien de la sociedad.

Por ello, se espera que los juicios orales sean respaldados por un cambio de mentalidad de todas las partes involucradas, para que entonces con la suma de acciones se pueda trabajar en combatir la corrupción, pero además en una correcta procuración y aplicación de la justicia.

“La sociedad misma no va a cambiar, si nosotros nos permitimos ser corruptos, no hablar con la verdad, si nos permitimos tener enemistades con los demás, nuestra sociedad no va a tener paz. En la medida que cambie la persona, desde el interior, será la medida que todo lo demás tenga su razón de ser”.