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Sección: Estado de Veracruz

Juniors y presuntos culpables rindieron protesta para formar parte de la LXIV Legislatura

- Juan Nicolás Callejas y Bingen Rementería hoy ocupan curules que hace 24 horas abandonaron sus padres

- Vicente Benítez prefirió evadir el cerco de seguridad y a la prensa veracruzana

Miguel ?ngel Le?n Carmona Xalapa, Ver. 05/11/2016

alcalorpolitico.com

De pañoleta azul turquesa, al estilo Vito Corleone, Vicente Benítez rindió protesta como diputado local de Veracruz.

En un Congreso convertido en fortaleza, el allegado a Javier Duarte se abrió paso con desdén entre vallas de seguridad y agentes caninos de la Fuerza Civil que olfateaban a la prensa veracruzana. Ningún micrófono pudo siquiera acercarse al polémico funcionario señalado de enriquecimiento ilícito y delincuencia organizada.

El operativo de seguridad a cargo de la Sexagésima Tercera Legislatura, la que se fue, terminó siendo más escandaloso que el de la visita de Enrique Ochoa Reza a Xalapa, dirigente nacional del PRI, el pasado mes de octubre.



Con una semana de anticipación, los encargados de logística para la toma de protesta de los nuevos legisladores veracruzanos, advirtieron que el acceso sería exclusivo para quien solicitara, recogiera y portara una acreditación a la altura del pecho, visible cual brazalete en los tiempos de la Segunda Guerra Mundial, a mediados del siglo pasado.

Todo aquel que cumplió con el proceso y acudió a la toma de protesta de los 50 representantes; 30 por mayoría relativa y 20 más por elección proporcional, tuvo que librar antes múltiples filtros de prevención.

El primer módulo fue instalado a 25 metros de la entrada principal. Tres, cuatro y hasta cinco elementos revisaban la acreditación al visitante y luego le dictaban la regla inquebrantable: “si sales, ya no entras”, como el que recluta adolecentes para convertirlos en sicarios.



Procesado el acceso, el asistente debía caminar en línea recta en medio de unas vallas metálicas, instaladas por toda la avenida Encanto; el paisaje era similar por ambos lados de la calle mientras se avanzaba: elementos de la Fuerza Civil en camionetas blindadas por la izquierda y caballería con uniformados a pie por la derecha.

Para el segundo acceso el ritual era el mismo: acreditación a la vista, caminar a través de un detector de metales y saludar a otros cuatro guardias. Si el asistente era hombre, pasaba por el olfato de agentes caninos; si era mujer, su bolso era registrado como en los aeropuertos de salidas internacionales.

Fue el proceso de seguridad por el que pasaron los 700 invitados al Congreso local. Operativo que el diputado por el distrito de San Andrés Tuxtla, Vicente Benítez González, omitió y prefirió ingresar al recinto por una vía alterna, a bordo de un vehículo último modelo. Lejos de la prensa y los micrófonos.



Juniors y presuntos culpables rinden protesta

Fue en punto de las 11:00 horas, ya superado el cerco similar al del estadio Luis “Pirata” Fuente en un partido del Veracruz contra el América, cuando Octavia Ortega Arteaga dio el pase de lista a los funcionarios que legislarán en el bienio de Miguel Ángel Yunes Linares.

Apellidos que de alguna u otra forma los asistentes conocían o habían escuchado en las noticias o en diarios locales. Quizá por ello comenzaron a abuchear los nombres… “¡Ladrones!”, incluso se escuchó de una voz femenina en la parte alta del inmueble.



El primer diputado en ser nombrado fue Juan Nicolás Callejas Roldán. El priísta ocupó la curul que hace 24 horas abandonó su padre, Juan Nicolás Callejas Arroyo, cacique del magisterio jarocho. "Callejitas" se ubicó en la misma zona donde una profesora aseguró en junio de 2016 que le había “pedido las nalgas” a cambio de una plaza de trabajo.

Del otro lado... En los asientos de la esquina panista, también Bingen Rementería rindió protesta mientras su padre, Julen Rementería del Puerto, exlegislador por el PAN, lo miraba, quizá nervioso, pues no paró de frotar sus manos mientras el joven de 27 años de edad acataba las instrucciones.

Se ignora si la mirada fija del padre habrá distraído a Bingen Rementería y provocó que fuera el único de los 50 congresistas que levantó la mano izquierda a la hora de rendir protesta. Un desliz similar a la ocasión que olvidó su credencial para votar en las elecciones de junio pasado, donde fue candidato por el distrito de Veracruz.



Lo anterior, tampoco se trata de un hecho insólito en nuestro país, como sí lo es el presunto desvío por 35 mil millones de pesos del exgobernador Javier Duarte, pues la herencia o cesión de puestos en la élite política es un hecho con precedentes.

Por ejemplo, Enrique de la Madrid, hijo del expresidente de la República, Miguel de la Madrid Hurtado, es el actual secretario de Turismo. Sylvana Beltrones, diputada federal por el PRI es hija del exlíder nacional Manlio Fabio Beltrones. Humberto Moreira, entregó el gobierno de Coahuila a su hermano, Rubén Moreira Valdez.

Ya lo escribió Fernando Vallejo, literato colombiano en su libro ¡Llegaron!, parece que “la política es más adictiva que el sexo, que la plata y que el crack”.



Sin embargo, el cargo que robó el asombro y la rechifla de la multitud fue el de Vicente Benítez, el extesorero de Javier Duarte que en enero de 2012 fuera descubierto con 25 millones de pesos resguardados en maletas de viaje en el aeropuerto de Toluca.

Pero, si “el señor de las maletas voladoras”, logró evadir un cerco de seguridad al estilo Enrique Peña Nieto, poco le costó ignorar la silbatina de la gente, el representante del Partido Nueva Alianza acarició su cabello crespo y gastó un sinfín de carcajadas con sus compañeros de partido.

Luego se dio tiempo para aplaudir a las tres mujeres votadas a la Mesa Directiva: María Elisa Manterola Sáinz, presidenta, Dulce María García López, secretaria y Regina Vázquez Saut, vicepresidenta.



Finalmente, Benítez González se marchó por la salida emergente, a 40 metros de las vallas de seguridad y de los reporteros aglomerados. De pañoleta azul turquesa, al estilo Vito Corleone, Vicente Benítez también se marchó para evitar problemas. El operativo de seguridad de la Sexagésima Tercera Legislatura fue todo un éxito... No hubo heridos.