La ambición lleva a la corrupción, a robar y asesinar: Arzobispo de Xalapa

El arzobispo Hipólito Reyes Larios refirió que la tentación es el obstáculo para reconocer la creación de Dios y su amor; ésta siempre empieza como una invitación a hacer algo indebido que va en contra de los mandamientos.

"La tentación siempre es algo que empieza como una insinuación, como una invitación, como un coqueteo a hacer algo indebido que va en contra de los mandamientos de Dios".

Durante la misa indicó que es necesario reconocer que Dios es creador del ser humano, su sabiduría y que por ello debemos amarnos los unos a los otros, para corresponder a su amor.



"Por eso, todo lo que obstaculice el reconocer la obra de Dios es la tentación, porque todo lo que nos aparte de eso, viene a ser tentación para sucumbir ante el pecado".

Agregó que las fuentes de la tentación son el placer que puede venir de los sentidos y la sexualidad, que nos hace ambicionar siempre más, cometiendo incluso corrupción, robos y asesinatos; así como el poder desmedido que nos hace caer en la soberbia y en el autoritarismo.

"Ordinariamente los tres elementos de donde vienen las tentaciones son el placer, porque todo lo que nos gusta es agradable, a través de los sentidos y la sexualidad. La segunda fuente de tentaciones es el tener, siempre ambicionamos más y queremos acapararlo todo y el tercero es el poder, que trae consigo el orgullo, la soberbia y nos vuelve autoritarios".



Precisó que por ello se debe luchar y no coquetear con las fuentes de las tentaciones y no ceder al pecado.

"Enseguida viene un diálogo y el empezar a ver que no está tan mal lo que se nos está diciendo, empezamos a aceptar y el tercer paso, que es el más comprometedor, es cuando la persona consiente en hacer eso que se le está pidiendo".