Ir a Menú

Ir a Contenido

Sección: Estado de Veracruz

La Batalla de Cerro Gordo: El intento de Santa Anna por detener el avance de EU

- La Batalla de Cerro Gordo en 1847 implicó una derrota para el Ejército Mexicano

- Pelearon por detener a 8 mil 500 estadounidenses en su marcha hacia Puebla

- Según historiadores, Santa Anna escogió un lugar que “no era apropiado para la batalla”

Ángel Camarillo Xalapa, Ver. 18/04/2022

alcalorpolitico.com


Click para ver fotos
Lejos de una defensa histórica, la Batalla de Cerro Gordo en 1847, ocurrida en lo que hoy es el municipio de Emiliano Zapata, en el estado de Veracruz, implicó una derrota y retirada para el Ejército Mexicano y una victoria “impresionante” para los Estados Unidos.

Al conmemorar este lunes dicho evento histórico, el Gobierno de Veracruz enfatizó en la defensa heroica por parte del Ejército Mexicano de los Cerros del Telégrafo y la Atalaya, aunque ambos cayeron ante el embate del general Winfield Scott, al frente de 8 mil 500 estadounidenses en su marcha hacia Puebla.

De acuerdo con dos fuentes consultadas —la “Memoria Política de México: Se libra la Batalla del cerro del Telégrafo (Cerro Gordo) contra los invasores norteamericanos” de Doralicia Carmona Dávila y “Mexican-American War: Battle of Cerro Gordo” de Kennedy Hickman— no existe un parte de guerra “oficial” del lado mexicano y la poca documentación que hay proviene de los invasores.



Por lo anterior, no es posible ponerse de acuerdo con las bajas de ambos bandos.

Kennedy Hickman menciona una fuerza de 12 mil mexicanos a las órdenes de Antonio López de Santa Anna, de los que murieron 436. Otros 764 fueron heridos y hubo prisioneros, contra 63 abatidos de los Estados Unidos, que presuntamente tuvieron 367 lesionados.

Por su parte, Carmona Dávila menciona que hubo entre mil bajas en el bando mexicano, y entre mil a 3 mil prisioneros de guerra. Además que las fuerzas invasoras tomaron 5 mil armas de infantería y 43 cañones.



Negligencia de Santa Anna le costó la derrota

De acuerdo a Doralicia Carmona, Santa Anna —quien llegaría a ser Presidente de México— había arribado a Xalapa desde el 5 de abril para resistir al invasor y éste había decidido que se fortificara el árido cerro del Telégrafo o Cerro Gordo, elevaciones que no eran propicias para la batalla, a decir del jefe de Ingenieros, Manuel Robles.

“El comandante de Ingenieros Manuel Robles había señalado que Cerro Gordo no era apropiado para la batalla y que las lomas Corral Falso y de la Atalaya eran más propicias, ya que la caballería era numéricamente superior a la del enemigo y ahí podría maniobrar con mayor éxito. Esta opinión había sido descartada por Santa Anna. Robles había protestado por escrito, pero se habían instalado tres baterías. Asimismo, el general Ciriaco Vázquez había tratado infructuosamente de persuadir a Santa Anna de fortificar los flancos”, dice la historiadora.



Ese 18 de abril, fue tal la superioridad del enemigo sobre los mexicanos, narra Doralicia Carmona, que los pocos sobrevivientes no sólo abandonaron las filas, sino que se confundían entre los heridos que se retiraban.

Santa Anna ordenó una nueva oleada que terminó abatida y rebasada por el fuego enemigo.

“Entre el humo y el fuego, sobre la faja azul que formaban los americanos al derredor de la cima del Telégrafo, flameaba aun nuestro pabellón abandonado. Pero bien pronto en la misma asta, por la parte opuesta, se elevó el pabellón de las estrellas, y por un instante flotaron entrambos confundidos, cayendo por fin el nuestro desprendido con violencia entre la algazara y el estruendo de las armas de los vencedores, y los ayes lastimeros y la grita confusa de los vencidos. Eran los tres cuartos para las diez de la mañana”, narra Carmona.