La democracia está en crisis, no sólo en México, sino en todo el mundo: Juan Antonio Sacaluya.

"Existe un problema de democracia y no sólo es en México sino en todo el mundo", indicó el periodista español Juan Antonio Sacaluya.
“La democracia está en crisis; es una cosa evidente porque la democracia no da la respuesta que la gente espera. Se nos puede decir que es el menos malo de todos los sistemas, pero no nos podemos conformar con eso”, indicó.

En el marco de la Primera Muestra Internacional de Cine por la Defensa de los Derechos Humanos y la Calidad de la Democracia, Juan Antonio indicó que aunque ningún país le puede dar lecciones a otro país sobre cómo debe funcionar un sistema democrático, cada país tiene una visión externa de sus políticos.

“Hemos visto las fallas enormes en la mayoría de los sistemas democráticos, que no son sólo fallas técnicas, procedimentales, sinofallas esenciales del sistema”, dijo.

El investigador del tema de la democracia detalló que las fallas son en cuanto a la privación del voto, dificultades para votar, obstrucciones deliberadas, conteo irregular de los votos y la falta de independencia de los poderes que tienen que controlar el voto que, a veces, son los mismos que los que se presentan a las elecciones.

“Todas esas son fallas sistémicas; no son fallas instrumentales o mecánicas y México encontrará la respuesta a la mejora de su sistema político electoral o de cualquier otro tipo dentro del propio país, tras un debate interno”, manifestó.

Sin embargo, indicó que estas fallas no significan que el sistema entero no funcione, como para elegir una dictadura, “sino que se necesita saber lo que está mal en la democracia para poder mejorarla”.

“Lo que queremos es mejorar la democracia; no acabar con ella, pero si no abordamos ese tema la democracia acabará consigo misma porque no estará resolviendo los problemas profundos que está manifestando y, por lo tanto, creará más insatisfacción en los ciudadanos”, señaló.

Ante esto, agregó que la democracia perdió su poder a tal grado que la gente la cree innecesaria.

“Llegará al punto en que no crean en la democracia; en que la práctica de la democracia sea una rutina, no un ejercicio consciente de resolución de problemas y de anhelos que un ciudadano tiene. Que la gente piense que será irrelevante, que no afecta su calidad de vida y su prosperidad como ser humano”, agregó.