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Sección: V?a Correo Electr?nico

La educación bajo ataque

Manuel Mart?nez Morales 19/07/2012

alcalorpolitico.com

Las imágenes no podrían ser más elocuentes: un grupo de hombres se empeñan, con singular afán, en destruir –con picos y mazos- las aulas de una humilde escuela rural. Dos salones más, construidos de madera y palma, son incendiados. El motivo: la virgen les habló y les dijo que esa escuela estaba poseída por Satanás, pues se ponía en práctica ahí la educación laica, es decir no se rezaba ni se daban clases de religión, particularmente de aquella fundada en el lugar –Nueva Jerusalén se llama el pueblito michoacano- por un iluminado que se hacía llamar “Papá Nabor”. Los habitantes del lugar que no pertenecen a la secta y enviaban a sus hijos a la escuela han sido amenazados y se les conmina a abandonar el poblado. Las “autoridades” igualmente hacen que la virgen les habla y se resisten a intervenir.

Creo que este suceso, nada insignificante, de alguna manera ilustra ejemplarmente y con toda crudeza, el ataque que el neoliberalismo ha desatado sobre la educación pública, que por definición es laica, científica y popular, además de gratuita. Consideremos las miles de escuelas diseminadas en todo el país en las que se imparte educación en condiciones verdaderamente lamentables: niños tomando notas en cuclillas en un lote baldío cubierto solamente por un cobertizo de madera y palma; escuelas sin agua y, por ende, sin servicio sanitario; escuelas que funcionan en locales improvisados donde se apiñan en un pequeño espacio los estudiantes de varios grados atendidos por un solo maestro. Las “autoridades” dicen que no hay presupuesto, y es claro que nunca lo habrá, pero dinero sí que lo hay y en abundancia: corre el rumor de que el gobierno pretende concesionar la educación básica a particulares, es decir, subsidiar generosamente a empresarios para que ofrezcan servicios educativos. Igualito que las guarderías del IMSS. ¿Y que decir de los miles de millones de pesos que se destinan al corrupto sindicato magisterial?

En el fondo se trata de privatizar la educación (eliminar su carácter laico y gratuito) como ha recomendado el Banco Mundial –capataz del capital transnacional- y al que el gobierno mexicano sumisamente se esfuerza en complacer. En el caso de la educación superior, se ataca a ésta, en uno de sus flancos, estrangulando el financiamiento a las universidades públicas, provocando que se restrinja la matrícula y que muchas veces se trabaje en condiciones verdaderamente lamentables. En tanto, se auspicia la apertura de numerosas instituciones –subsidiándolas con recursos que se regatean a las universidades públicas- que fraudulentamente ofrecen estudios universitarios.

Que se trata de instituciones “patito” está más que comprobado. Hace unos días se dio a conocer que la Secretaría de Educación Pública (SEP) avala que para el próximo ciclo escolar 2012-2013, 90 escuelas, universidades, institutos o centros de estudio privados en el estado de Veracruz, legalmente registrados ante esa instancia, han acreditado 478 licenciaturas, 123 maestrías, 60 especialidades, 43 doctorados y 11 carreras técnico universitarias con el Reconocimiento de Validez Oficial de Estudios (RVOE).

Hay 20 escuelas particulares y públicas que en este momento han sido canceladas y por tanto la vigencia de su permiso está “inactivo”, lo que indica que no pueden estar en funciones. Aunque en total suman 301 escuelas particulares de educación superior las establecidas en Veracruz (note el elevado número), apenas 30 por ciento realizaron sus trámites de acreditación de cursos ante la SEP y el resto lo hizo ante la autoridad local, en este caso a la Secretaría de Educación de Veracruz (SEV).

Desde 2003 a la fecha ha cancelado a 44 licenciaturas, 40 maestrías, 18 especialidades y 12 doctorados sus respectivos Reconocimientos de Validez Oficial de Estudios, por no acreditar la calidad o requisitos necesarios para brindar esos cursos.

Y es que sucede que a cualquiera que cuente con algún compadrazgo político se le hace fácil pedir prestado algún local, hacerse de la “documentación” necesaria y así abrir supuestas universidades que ofrecen licenciaturas, maestrías y doctorados al mayoreo, lo cual en sí debería levantar sospechas pues quienes saben lo que representa ofrecer educación superior de calidad, también saben lo difícil que resulta hacerse del personal académico capacitado y de alto nivel que se requiere para tal fin, sin hablar de la infraestructura –que no se reduce solamente a aulas con pupitres- y de los insumos que constantemente se demandan.

Este tipo de instituciones que supuestamente ofrecen estudios de nivel superior, solapadas por las “autoridades del ramo”, no son otra cosa que alfiles en el ataque a la educación que se orquesta desde los verdaderos centros de poder que imponen en nuestro país las políticas neoliberales.

El Estado mexicano –en la fase neoliberal- se ha dedicado a demoler la educación pública con el mismo afán, y la misma brutalidad, con que los seguidores de “Papá Nabor” destruyen escuelas en Nuevo Jerusalén, ya sea por consigna (de Washington), por negligencia o por omisión.

Es tiempo de poner un alto a este ataque, pero ¿quién pondrá el cascabel al gato?