La familia, escuela de los valores que podrían solucionar la delincuencia social

El fomento de los valores desde la familia ha ido en decadencia, resultado del materialismo en el que se han sumergido los nuevos matrimonios, que se han olvidado de la responsabilidad de educar a las nuevas generaciones, lamentó Clementina Vázquez Morales, secretaria Diocesana de la Pastoral Familiar en Córdoba, al tiempo que consideró a la familia la solución para las problemáticas sociales como la delincuencia.

En el marco del día de la familia, donde decenas de matrimonios acompañados de sus hijos salieron a recordar el valor de este pilar de la sociedad durante la "Marcha por la familia", la entrevistada acentuó que aun es tiempo de rescatar el concepto de la familia como una escuela de los valores.

Insistió en que los problemas sociales como la delincuencia, se pueden abatir desde la familia con una mejor educación de los hijos, en donde el respeto a la vida sea una constante, así como la justicia y el amor, y así dijo “¿Cuál violencia puede haber?”.

Señaló que las familias actuales son más liberales y dan prioridad a lo material involucrándose más en cuestiones laborales y abandonando a la familia, cuando en el pasado dijo existían aun mayores carencias, sin embargo “los padres eran más responsables” dijo la entrevistada.

Las calles de la ciudad de los 30 caballeros fueron invadidas por decenas de globos blancos símbolo de la paz que brinda el nucleó familiar a la sociedad, y es que a decir de Vázquez Morales, mientras existan padres e hijos unidos no se puede hablar de una desintegración social, al ser ellos la base de esta.

“Definitivamente si estamos cayendo en un materialismo en las familias más que en el amor y en la devoción que les tenemos, pero estamos a tiempo, todos tenemos que hacer conciencia de la necesidad que hay de salir delante de rescatar nuestra sociedad, a nuestras familias” expresó.

Finalmente, la secretaria de la Pastoral familiar de la Diócesis de Córdoba, exhortó a las familias a reflexionar la educación que se brinda a los hijos, principalmente a temprana edad, al asegurar que cuando estos ya son adultos es muy difícil poder retomar su educación y lograr su cercanía con Dios.