La identidad propia de los habitantes de un Estado puede conducir a rivalidades entre las sociedades de dos entidades, como el caso de Campeche y Yucatán o Veracruz con Tamaulipas o Puebla, observó el investigador de la Universidad de Baja California, Ángel Omar May González, en su ponencia "La Construcción de una identidad oficial, las particularidades de Campeche en el sureste mexicano, siglo XIX-XX".
En su caso, nacido en la capital de Campeche, es un trajín habitual la rivalidad con la sociedad yucateca; la cual, abarca la cultura en la Península de Yucatán y en el caso de Veracruz, afirmó, no es la excepción.
"La identidad puede estudiarse de diferentes maneras y más que rivalidad, es una competencia" puntualizó May González.
Citó que, fuera de Campeche, el término "campechano" evoca una imagen de jacarandoso o bullicioso; mientras que, en otros ámbitos, implicaría un sinónimo de "combinado"; pero para los nacidos en esta entidad, es un sinónimo de "patriota" y "liberal". Sin embargo "para el yucateco el campechano es flojo, hace las cosas mal".
Esta pauta posiblemente discriminatoria, en ocasiones provocan "bullying" para un campechano en Yucatán; pero el aludido asume esas referencias como una broma.
La postura de la identidad no fomenta prejuicios o estereotipos, sino el sentirse diferente del resto de los mexicanos, señaló, y en el caso de Campeche, el nativo de la entidad busca distanciarse de lo yucateco. "El predominio de la identidad yucateca obliga a buscar la identidad de Campeche en lo que no sea lo maya: el español, la marina, los piratas y poner distancia al yucateco" abundó.
"Y me voy dando cuenta de que recién fundado el Estado en 1863, empieza un programa de los ideólogos como Justo Sierra, Joaquín Baranda, en crear lo que es un campechano y en el siglo XX los gobernadores idean programas para fomentar la identidad campechana dentro de la sociedad", abundó.