La iglesia católica abandonó a Jesús: Ernesto Cardenal

El poeta, diplomático y sacerdote nicaragüense Ernesto Cardenal, consideró que la iglesia católica abandonó la misión de Jesucristo para convertirse en un poder, “pues debió acercarse a la gente para que viva mejor, para ayudarla y no para dominarla”.

En conferencia de prensa en el marco de XIII emisión de la Feria Internacional del Libro Universitario, el octagenario escritor, lúcido defensor de la corriente de Teología de la Liberación, argumentó que la filosofía Jesús se ha deformado por el clero, porque al institucionalizarse el sacerdocio, tres siglos después, se traicionó el principio fundamental de amor al prójimo.
Con un fluido discurso el jesuita comentó que el Papa y los obispos se convirtieron en dirigentes espirituales de los pobres para dominarlos y no para ayudarlos, por eso se alejó de su misión y de una de las ideas centrales de Jesús que sostiene que de los pobres es el reino de los cielos.

Quien fuera integrante del Frente Sandinista de Liberación Nacional y Ministro de Cultura con Daniel Ortega, recordó una anécdota de la gira del Papa Juan Pablo II por Centroamérica en 1979, en donde había condicionado su visita a Nicaragua a que renunciara al Ministerio de Cultura por ser sacerdote católico, situación a la que no accedió el Primer Ministro, pero que durante el recibimiento que le hicieran en el aeropuerto, el Jefe de Estado del Vaticano le dijo: “tienes que regularizar tu situación”.

Ataviado con su infaltable boina negra que contrasta con su barba blanca, el autor de más de 20 libros de poemas, traducidos al alemán, italiano y portugués, así como de muchas traducciones, agregó que esta situación no se obedeció porque los sacerdotes históricamente han estado y están metidos en la política, pero lo que incomodó al Papa fue que nunca un sacerdote había estado en una revolución, porque además de él había otros dos clérigos católicos que colaboraban en el gobierno sandinista.

Reconocido por universidades de Colombia, Chile, Italia, Alemania y Francia, en donde le han entregado varios doctorados honoris Causa, recordó también que contrario a lo que opinara Daniel Ortega, uno de los comandantes más importantes de la revolución nicaragüense, que condenó los métodos pero no las razones del Ejército Zapatista de Liberación Nacional, él fue uno de los que lo defendieron.

Arguyó que las razones que lo sostienen fue que los 500 años de olvido del movimiento lo justificaban, pues las revoluciones armadas se dan cuando hay un abandono a las causas sociales.