La impartición de justicia debe empezar por el combate a la pobreza

Para mejorar los niveles de injusticia en el país es necesario abatir todos los rezagos sociales: la pobreza, la marginación e incultura, dijo Julio Antonio Hernández Pliego, miembro del Instituto Federal de Defensoría Pública quien indicó que Veracruz cuenta con buena legislación penal pero la corrupción y falta de preparación de jueces y Ministerios Públicos enferman al poder judicial.

Entrevistado después de dictar la conferencia magistral “La imparcialidad del Ministerio Público y la coadyuvancia del abogado en la investigación ministerial” dentro del marco de los trabajos conmemorativos del primer aniversario de la Federación de Licenciados en Derecho del Estado de Veracruz, Hernández Pliego indicó que si “mejoramos los rezagos de tipo social vamos a mejorar sensiblemente la procuración y la impartición de justicia”.

El jurista refirió que la pobreza, la marginación y la incultura son fenómenos que generan la delincuencia y mientras estos no se ataquen repercuten en los fenómenos de la justicia, “nuestras leyes en general no son malas, en el estado de Veracruz tenemos buena legislación penal y procedimiento penales, pero si nosotros adosamos a esta legislación buena capacitación en el personal y exigimos en el personal niveles de moralidad no habrá corrupción”.

Los problemas de la justicia veracruzana están en el inicio de resolverlos –sostuvo- “como el hecho que reconozcamos nuestras propias enfermedades es un comienzo de curación y las enfermedades de la justicia de Veracruz se refieren a capacitación del personal, de corrupción, son aspectos que no hemos podido desterrar totalmente de los procedimientos penales”.

Precisó que a la corrupción de la justicia se agrega la falta del número adecuado de jueces y de agentes del Ministerio Público, y dentro de esta toda problemática, capacitación y selección del pesonal.