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Sección: Estado de Veracruz

La profesión de Médico es de riesgo y así debemos de vivirla

- Esta es la carrera que escogí y me gusta, manifestó René Hernández, del CAE de Xalapa

- El galeno adscrito a Cuidados Intensivos cuenta su experiencia con pacientes con COVID-19

- La intubación representa 20% de posibilidades de sobrevivir, expone

Carla Mendoza / Katia Dorantes Xalapa, Ver. 08/10/2020

alcalorpolitico.com


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“Yo soy médico, esto escogí, esto me gusta. Si algo me llegara a suceder es porque nuestra profesión es de riesgo y debemos de vivirla así, con el riesgo que conlleva”, así se expresó el médico René Hernández Zapata, adscrito a la Unidad de Cuidados Intensivos del Centro de Alta Especialidad (CAE) “Dr. Rafael Lucio”, en Xalapa.

El galeno, que ha atendido a enfermos por COVID-19 y ha sido testigo del proceso de la enfermedad y de muchas muertes, insiste en que la profesión de médico le gusta y que si volviera a nacer volvería a dedicarse a ella, porque no tiene ningún reclamo en contra del ejercicio de la Medicina.

Claro, añade, su única preocupación, en esta difícil tarea que ha tenido que desempeñar para atender a los afectados por la pandemia, es su familia, sus padres, su hermana, su esposa y sus hijos. “El riesgo de contagiarme y de contagiarlos ha sido una de mis mayores preocupaciones y lo que me ha generado ruido”, expresa.



Al principio, comenta, ante el riesgo inminente de posible contagio, entró en pánico, en psicosis, “me vi rentando un lugarcito en un hotel o un cuartito, trasladando mis cosas, mi ropa, para alejarme de ellos y comunicándome a través de videollamadas”.

“En otras ciudades supe de compañeros que se mudaron a sus coches o camionetas tipo Van para no arriesgar a sus familia. Salían del hospital e iban a la camioneta a cambiarse, a comer y de ahí regresaban al hospital”, expresa.

A pesar de esa psicosis, afirma que él no llegó a ese grado. “La verdad superé esa etapa al tomar el control y todas las medidas de seguridad e higiene para no poner en riesgo a mi familia. Así empecé a utilizar de manera cotidiana los sanitizantes, el alcohol en gel, a dejar mi ropa en un cesto especial a la entrada de mi casa, a bañarme de inmediato, a lavarme los dientes más de lo normal y a inculcarles a mi esposa e hijos todos estos cuidados”.



René Hernández Zapata cuenta que realizó estudios en China “y ahí aprendí muchas cosas de orden, de disciplina y por ejemplo, a cuidar de no entrar a la casa con zapatos. Entonces todos entramos con pantuflas y los zapatos se quedan en la entrada”.

“Estas acciones de limpieza que también implementamos en la casa de mis padres nos han ayudado mucho. Cuando tengo que ver a algún paciente en su domicilio les digo lo mismo, que tienen que ser más limpios, que deben tener alcohol en gel en todos lados. Esta enfermedad nos ha enseñado que debemos de ser extremadamente cuidadosos con la limpieza”, expone.

NOSTALGIA DE LA VIDA ORDINARIA



El médico adscrito a la Unidad de Cuidados Intensivos dice que tanto él como su familia y la gente en general extrañan las actividades que se realizaban de manera ordinaria antes de la pandemia.

“Esta pandemia nos ha venido a cambiar la vida a todos. Me gustaba mucho ir al cine, pasear en la plaza comercial, aunque no compraras nada; salir a hacer ejercicio, ir a los parques, correr. Esto sí me ha afectado, porque llevamos más de seis meses sin hacerlo”.

“Además, añade, estar con el pendiente o con la situación mental de que todos los días estás expuesto a aerosoles, todos los días y que en una de esas un aerosol se vaya a escapar y quede contagiado y no por mí, porque soy médico y esto escogí pero sí por mi familia”, reitera.



Por ello, René Hernández Zapata pide a la población que continúe con las indicaciones del Sector Salud, “porque solamente eso nos va ayudar a que podamos en un futuro no muy lejano regresar a nuestras actividades cotidianas”.

LA INTUBACIÓN, EL 20% DE SOBREVIVENCIA

Nunca como ahora la pandemia del COVID-19 ha mostrado la vulnerabilidad de los seres humanos y la necesidad del aire, elemento fundamental para la sobrevivencia, recalca René Hernández Zapata, responsable de dar soporte vital a los pacientes del Centro de Alta Especialidad “Dr. Rafael Lucio”, en Xalapa.



“He atendido a pacientes críticos, graves y mi principal función ha sido darles soporte vital, lo que significa brindar todas las condiciones necesarias para continuar o preservar su vida en la etapa crítica en la que se encuentran”.

- ¿En qué consiste la vía aérea en la atención a un paciente con COVID-19?

“Como ya se ha explicado, el COVID es una enfermedad viral en donde algunos pacientes van a cursar con lo que se llama insuficiencia respiratoria aguda. En algunos llega a ser tan severa, a agravarse tanto, que ameritan que se les coloque un dispositivo que va desde la boca hacia la tráquea, con la cual nosotros podemos continuar brindándole el intercambio gaseoso”.



“Para esto, los pacientes necesitan dormirse, entrar a un plano de sedación profunda, con el objetivo de que en un dispositivo externo que se conoce como ventilador (o ahorita ya respiradores) haga la función de respirar por el paciente, ¿con qué fin? Para mantener el intercambio gaseoso y con la finalidad de que dé confort y que los tejidos no demanden una mayor cantidad de oxígeno. No es lo mismo un paciente que está dormido a un paciente que está activo o que esté en movimiento. Entonces para lograr dicha situación se debe sedar al paciente, dejarlo en un plano profundo, que no se mueva, con la finalidad de que el respirador haga su trabajo”.

“La vía aérea, contestando a tu pregunta, es todos los elementos que conforman el paso o que van en el paso del trayecto del intercambio gaseoso, desde la boca, faringe, la tráquea, los pulmones. Eso sería vía aérea”.

EL DILEMA DE LA INTUBACIÓN



La intubación, explica el especialista, se realiza cuando los pacientes tienen insuficiencia respiratoria aguda. “Hay signos que nos hacen evidenciar que un paciente tiene dificultad respiratoria; tienen disociación ‘toracoabdominal’, emplean músculos asociados a la respiración, no pueden mantener una conversación, se cansan, se les coloca un pulsioxímetro en las extremidades y pues nos marca un nivel bajo de oxígeno”.

“Este tipo de pacientes necesitan oxígeno, entonces la manera de proporcionarles oxígeno depende del dispositivo. En un principio puede ser a través de puntas o gafas nasales. Cuando pese a la situación de las puntas nasales continúa la falla respiratoria, se colocan otro tipo de dispositivos como es una mascarilla con bolsa reservorio, una mascarilla sujeta a la cara que le cuelga una bolsa y esa bolsa se llena de oxígeno”.

“No es como nosotros que respiramos al aire ambiente y que tenemos una concentración de oxígeno al 21 por ciento. Al tener un dispositivo de ese tipo como una bolsa con mascarilla reservorio se acumula mucho oxígeno abajo, entonces, literalmente respiran puro oxígeno, no respiran o no jalan nitrógeno. El objetivo es que no jalen nitrógeno. Si pese a eso, al aumentar el flujo de la generación de oxígeno continúan en las mismas condiciones, es cuando entonces nosotros consideramos que ese paciente, de no intubarse, el riesgo de muerte es inminente. En ese momento, si nosotros no le damos un abordaje avanzado o un manejo avanzado de la vía aérea, que será intubarlo, el paciente va a fallecer”.



Para intubar a un paciente se necesita sedarlo y dormirlo, añade el médico y muchas veces ahí, la familia o el mismo paciente entra en un dilema, porque consideran que si se intuba se va a morir, cuando en realidad es al revés.

- ¿Con la intubación aumentan las posibilidades de vivir de un paciente?

“Mira, no es tanto que aumente. La enfermedad no tiene palabra de honor, la enfermedad es bien agresiva. Si alguien de mi familia o a mí me tocara estar en los pies o en la situación del paciente yo sí preferiría que me intubaran, ¿por qué razón? Porque un paciente que está intubado tiene un riesgo de morir de 80 por ciento pero tiene un 20 por ciento de sobrevivir. Si no lo intuban, se va a morir. Entonces ahí es cuando yo regreso la pregunta, ¿qué preferirías tener el 20 por ciento de chance de vivir o de fallecer? Así de plano, entonces realmente mientras te brinde una oportunidad de vida. Yo creo que vale la pena arriesgarse”.



René Hernández Zapata añade que el respirador hace la función del pulmón, aventando o proporcionando oxígeno. Entonces el paciente empieza otra vez a respirar pero está dormido y así, han tenido pacientes sedados por 30 días o más.

- ¿Incluso aunque el virus muera? Nos han dicho que el virus muere a los 28 días, ¿a pesar de que el virus muere, los pacientes deben seguir intubados?

“Muchas veces no solamente se trata de que el virus muera, también son las repercusiones que en el área pulmonar genera”, explica.



Añade que el objetivo de la ventilación es brindar el intercambio gaseoso, o sea lo que nosotros hacemos al respirar, ese es el objetivo de la ventilación mecánica. Así, cuando el paciente ya tiene las condiciones de respirar por sí mismo nosotros vamos haciéndole cambios al ventilador para que el ventilador si en un principio apoyaba al 100 por ciento, ahora apoye al 50 y después al 25 y después al 10, por hablarte de un porcentaje.

“Así, vamos avanzando de modo ventilatorio y vamos haciendo que el paciente otra vez por sí mismo vuelva a jalar aire y es cuando podemos despertarlo y decirle señor Pedro, estese tranquilo, le vamos a quitar eso de su boca pero tiene que respirar fuerte, tiene que estar tranquilo. Debe estar así. Entonces tenemos que hacer un pleno conocimiento al paciente de su situación y de alguna manera tranquilizarlo para que nos ayude en ese proceso que se llama extubación”.

El médico de la Unidad de Cuidados Intensivos del Centro de Alta Especialidad “Dr. Rafael Lucio” expresa que como cualquier cuerpo externo, el de la intubación podría generar alguna complicación, como una neumonía sobre agregada, “porque es un dispositivo externo que pese a las condiciones de higiene y condiciones precisas para evitar que haya una contaminación pues ingresa desde la boca y en la boca tenemos suficientes bacterias”.



- ¿Y a pesar de ese riesgo es preferible la intubación?

“Claro. Realmente las neumonías asociadas a los cuidados médicos por lo regular se pueden atender y no terminan en fallecimiento del paciente. Por lo general, evidentemente algún otro paciente pues sí puede llegar a complicar más de lo que ya tenía. Pero como te decía, el riesgo existe, así como tenemos riesgo de todo, hasta de respirar, tenemos un porcentaje de muerte pero es algo que se debe de hacer”.

UN LIBRO DE EXPERIENCIAS



Lo que el médico René Hernández Zapata ha vivido en el área COVID del Centro de Alta Especialidad de Xalapa ha sido único y la experiencia, que le ha cimbrado la existencia, la llevará para siempre como sobreviviente de esta pandemia.

“Un médico es un libro de experiencias”, responde cuando le preguntamos sobre algunos casos que lo hayan cimbrado. Dice que ha sentido mucha emoción y satisfacción al ver a pacientes salir adelante, sobre todo cuando tuvo complicaciones por problemas de diabetes u obesidad.

“Me viene a la mente ahora el caso de una mujer de 35 o 40 años, madre de familia, madre soltera, que afortunadamente pudo salir adelante a pesar de la gravedad. La pudimos canular bien, extubar adecuadamente, luego de que estuvo unos 25 días con nosotros. Así, te puedo contar que hay muchas historias de éxito pero además el éxito de esto no es solamente de un médico, sino de todo el equipo y así como el éxito y el fracaso depende de los dos, o sea de todo el equipo totalmente”.



- ¿Le ha tocado atender a algún conocido, algún familiar?

“Sí me ha tocado atender a algún familiar. Afortunadamente, los que yo he atendido han sido casos leves, no se han complicado. Sin embargo, ya tuve la amarga experiencia de un familiar cercano, un tío fallecido por COVID en otra ciudad. Me duele, claro, porque sabemos que la enfermedad así es y desafortunadamente muchos tenemos un conocido o un familiar que se habrá enfermado o que desafortunadamente le habrá pasado algo”.

- ¿Alguna vez habías vivido algo parecido a nivel de urgencias como esta pandemia, alguna vez creíste haber vivido algo así?



“No, la verdad esto sale de toda imaginación. Nada se parece a lo que hemos leído con lo que hemos vivido. Tuve la oportunidad en el 2016 de estar en China. Fui a hacer un curso de mi área y vi cómo viven realmente, vi cómo son y China es un país muy poderoso realmente. Cuando en enero estábamos viendo las noticias de que los sistemas de salud chinos estaban colapsando de alguna manera o se estaban viniendo abajo, fue cuando le dije a mis compañeros que si la situación así se veía allá de complicada aquí estaría terrible y así fue, porque ellos tienen toda la infraestructura logística, monetaria; en todos los aspectos tienen la manera de ver para que los pacientes mejoren y al verlos a ellos colapsados fue como poner los focos rojos y decir, pues algo va a pasar si llega aquí”.

“Eso me hizo a mí en tiempo y forma prepararme. Dije: ‘Bueno voy a comprar algunos dispositivos que me van a servir para poder atender a estos pacientes en caso de que llegue. Entonces pues me hice de algunos dispositivos como mascarillas y todo eso, digo siendo precavidos y que a la larga salió muy bien”.

UNA ENFERMEDAD LIGADA A OTRAS



Finalmente, el médico considera que esta enfermedad del COVID-19 no sería tan grave si no estuviera ligada a pacientes con otras enfermedades.

“Voy a ser muy honesto. Es muy raro que una persona llegue a no tener alguna enfermedad sobre agregada, que le dé COVID-19 y que llegue a fallecer. Es muy raro, de hecho te puedo decir que a mí no me ha tocado”.

“Realmente todos los pacientes que hemos atendido tienen alguna enfermedad concomitante que es la que les condiciona o las que terminan por afectarlos en general. Si estos pacientes llegan a fallecer pues realmente lo que complicó la enfermedad fueron las comorbilidades”.



“No me ha tocado hasta ahora ver a alguno que te pueda decir que es sano y que se agrave, no me ha tocado ninguno así. Me ha tocado que son gorditos, que son diabéticos, que son hipertensos o que tienen enfermedades sobreagregadas, no sé, algún tipo de cáncer, alguna enfermedad reumatológica. Pero así alguien sano, a mí no me ha tocado, a lo mejor alguno de los otros compañeros sí pueden platicarte de su experiencia pero hasta ahorita a mí no me ha tocado”.

- ¿Cómo ve el panorama de salud de aquí a un año?

“Yo quiero creer y quiero pensar que vamos a estar fuera de la pandemia. La verdad sí tenemos mucha esperanza, mucha confianza en que la vacuna de alguna manera nos ayude a disminuir el número de casos. En estos seis meses la vida se ha modificado drásticamente para todos, no nada más para una persona, para todos. Esperemos que esto disminuya. Yo creo que ahorita todo el año nos la vamos a llevar con esto; ojalá que las cosas mejoren y que podamos pronto tener algo más parecido a la vieja vida que teníamos”, concluye.

Trabajo realizado con el apoyo de: Journalism Emergency Relief Fund https://newsinitiative.withgoogle.com/journalism-emergency-relief-fund