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Sección: Estado de Veracruz

La soberbia es el peor de los pecados: Hipólito Reyes Larios

- Cuando una persona siente que todo lo puede, es imposible ayudarle

- Exhorta a las personas a conservar la humildad, sean religiosos o no

?ngeles Godoy Morales Xalapa, Ver. 27/10/2013

alcalorpolitico.com

“Dios rechaza a los soberbios y acoge a los humildes, por eso es necesario alejarse de la soberbia; de todos los demás pecado es fácil salir, pero el peor de ellos es la soberbia, cuando una persona siente que todo lo puede no se le puede ayudar”, expresó el arzobispo de Xalapa, Hipólito Reyes Larios.

Durante su homilía dominical, indicó que los soberbios se caracterizan por tener una autoestima tan elevada que desprecian a los demás. En ese sentido advirtió que cuando alguien empieza a negar a Dios empieza a hacerse ídolo a adorar a otras cosas, como el dinero, el poder, o a personas, todo en su afán de buscar sustitutos a Dios.

“Cuando alguien es soberbio decimos nosotros que se siente la mamá de los pollitos, que ellos sí saben, los demás no y son unos ignorantes. Que ellos sí son importantes e inteligentes y los demás no”.



Refirió que de eso trató el evangelio, donde el fariseo y el publicano muestran sus diferencias. Dijo además que en el tiempo actual se podría tomar como quien es muy religioso y quien es mundano.

“Alguien muy religioso y alguien mundano. A veces quienes estamos en las cosas de Dios, en la religión, nos volvemos medios fariseos. Decimos: –es que nosotros sí cumplimos, sí venimos a misa, sí nos esforzamos y en cambio esos canijos que se la pasan disfrutando la vida y en muchos pecados capitales, no valen la pena-”

De ahí que exhortó a quienes son soberbios a que mediten sobre su comportamiento. Indicó que muchas veces los soberbios no reconocen otra autoridad más que las de ellos, por eso les cuesta trabajo disciplinarse ante otras personas y tampoco les gusta ser dependientes. No obstante, dijo que las personas dependen del creador.



“Seamos muy religiosos o no lo seamos, tenemos que ser humildes y reconocer que Dios es el padre que nos ama, perdona, conoce y sobrelleva. Es lo que Dios nos enseña”.

Finalmente, aseguró que es más fácil salir de los otros pecados que de la soberbia, porque cuando una persona se siente que todo lo puede no se le puede ayudar. Además, no hay que ponerle condiciones, ni volverse muy moralistas, en e entendido de que hay que reconocerse pecadores.

"El enfoque es: -Señor tu sabes que soy un pecador y me conoces, pero por tu gracias me has librado y me vas sacando; cuando caigo me levantas, me abrazas como el hijo pródigo. Ayúdame a ya no ser un pecador-. Cuando lo reconocemos, Dios nos ayuda de forma maravillosa", concluyó.