El arzobispo Hipólito Reyes Larios aseguró que la tentación siempre es bonita y agradable, por eso es que resulta atractiva, pero una vez que logra seducir viene con ella el pecado, que siempre resulta amargo; asimismo, indicó que hasta la fecha el mal y el demonio siguen seduciendo a la gente en todos lados.
“Sabe por dónde cojeamos, por dónde somos débiles y ahí nos pone la tentación; hay tanta gente que confía incluso más en cosas de Satanás que en los designios de Dios”, señaló y comentó que algunas personas prefieren adorar a la “Niña blanca”, hacer maldades, creer en supersticiones y hacer “trabajitos”; confiando más en el mal.
Recordó incluso que hace un par de años un mariachi de Tepetlán fue contratado por un hombre el Día de las Madres para llevarle serenata a su mamá y cuando llegaron al lugar se dieron cuenta de que se trataba de la “Niña blanca”.
“Llegamos a la casa y estaba completamente sola, de repente él corrió una cortina y apareció la 'Niña blanca', como le dicen ellos, o sea la Muerte. La Santa Muerte es una expresión demoniaca, porque de 'santa' no tiene nada; sin embargo, la gente va y se arrodilla. El mal les concede muchas cosas y todos ellos terminan peor”.
Precisó que no se debe confundir lo que es del mal con lo que es de Jesucristo, lo que es de Dios y el Espíritu Santo; por eso, el único pecado que no se perdona es atribuirle a Jesucristo cosas de Satanás. Lamentó que hoy en día se tengan situaciones similares en un ambiente de maldad.
“Tanta violencia, tantas muertes, son cosas también donde entra el mal y por eso mismo nosotros tenemos que buscar siempre el bien; tenemos que buscar el amor de unos por otros, la fraternidad; así que pidamos a Dios que eso lo vivamos y que nunca estemos atribuyéndole a Dios cosas que son del Diablo”, finalizó.