Ir a Menú

Ir a Contenido

Universidad Anahuac

Sección: Estado de Veracruz

Instituto de Ciencias del Mar y Limnología

Las zonas costeras lugares con mayor riesgo por efectos del cambio climático: UNAM

Las regiones vulnerables del Golfo de México son la parte norte de Tamaulipas; parte de la costa del sureste, a partir del sur de Veracruz: Alfonso Vázquez

?ngeles Godoy Morales Xalapa, Ver. 23/02/2010

alcalorpolitico.com

El cambio climático ha afectado gran parte del ecosistema mundial, no obstante, hay lugares con mayor riesgo como las zonas costeras.

Científicos de la UNAM indican que las poblaciones asentadas en estas áreas son quienes sufrirán directamente las consecuencias del incremento en el nivel del mar así como de la intensidad del oleaje y la acelerada erosión de las playas.

Alfonso Vázquez Botello, del Instituto de Ciencias del Mar y Limnología (ICMyL) de la UNAM, señala que las costas mexicanas cada año son amenazadas por huracanes cuya frecuencia y fuerza se ha incrementado en los últimos años.

“En el país tenemos más de 10 mil kilómetros de litorales, pero no todos son vulnerables a los efectos del cambio climático”, aclaró el investigador.

Las regiones vulnerables del Golfo de México son la parte norte de Tamaulipas; parte de la costa del sureste, a partir del sur del estado de Veracruz, y la Península de Yucatán, hasta Belice. En el Océano Pacífico son tres: al norte la costa de Sinaloa; el litoral sur de Oaxaca y la costa de Chiapas.

El científico señala que para el sur de Veracruz, en la región de la Laguna de Alvarado, el riesgo se concentra por la orografía y la geología, que no están formadas por sedimentos consolidados como rocas y acantilados, sino arenosos como playas muy bajas y declara el investigador: “aquí, el efecto del incremento del nivel del mar y del oleaje podría ser devastador”.

También tomó como ejemplo Campeche para analizar la afectación costera a raíz del cambio climático. “La altura máxima sobre el nivel del mar de Isla del Carmen, en Campeche, es de 70 centímetros; si el nivel aumenta unos 50 centímetros, el lugar se inundaría casi en su totalidad. Una ola de unos dos metros de altura dejaría bajo el agua una gran extensión. Ésa es la vulnerabilidad de la que hablo, y en ciertos sitios ha crecido de manera notable“.

Así indicó que en la costa de Chiapas años atrás las lluvias presentadas a raíz de un huracán desbordaron varios ríos como el Coatán que arrasó poblaciones enteras. Hace tres años en las tierras altas de Tabasco, casi se desbordaron las presas, y el agua liberada de las compuertas bajó con fuerza e inundó la ciudad de Villahermosa.

Anotó el caso de Sánchez Magallanes, poblado de pescadores en Tabasco, uno de los sitios habitados más vulnerables del sureste. “Se presentaron fotos con algunas construcciones totalmente fuera de la arena por el incremento de las lluvias y la erosión de las playas; sus habitantes han tenido que emigrar porque cada vez es más difícil vivir allí”. Recalcó que estos habitantes son consideradas como las primeras víctimas de los efectos del cambio climático.

El investigador refiere que es posible que en unos años, los gobiernos estatales prohíban asentamientos urbanos en áreas costeras e incluso promuevan la migración fuera del área costera. No obstante, aclara que “algunas zonas son tan vulnerables que no es posible que sus habitantes se adecúen a las nuevas condiciones climáticas; por lo que deberán emigrar porque, o se inundan, o les cae un huracán; todo ello pone en riesgo sus vidas. Si la vulnerabilidad es baja, sus residentes sencillamente se pueden recorrer unos metros hasta donde estén seguros, y retomar sus actividades”.

Actualmente no se cuentan con sistemas de alerta temprana e incluso ni sus habitantes saben el riesgo que corren. Sin embargo, el ICMyL ha realizado estudios relacionados con la identificación y el tamaño de esos sitios, “el gobierno federal ya tiene resultados, con el porcentaje de la población y de la superficie vulnerables”. Por ello la importancia de contar con un plan nacional así como varios estatales, para enfrentar los fenómenos meteorológicos provocados por el cambio climático.