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Sección: Estado de Veracruz

Leishmaniasis: La enfermedad que veracruzanos sufren por construir el Tren Maya

- Es resultado de la picadura de la llamada “mosca chiclera”; brotan úlceras como acné

- Han tenido que regresar hasta Veracruz para poder recibir su tratamiento

Lissette Hernández Orizaba, Ver. 22/02/2023

alcalorpolitico.com


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Para varios profesionistas que laboran en el Tren Maya y son originarios de Veracruz, ha sido un calvario poder recibir su tratamiento para atender la enfermedad conocida como leishmaniasis, que es resultado de la picadura de un mosco conocido como mosca chiclera; algunos tienen tres meses esperando.

En entrevista exclusiva para alcalorpolitico.com, un orizabeño afectado por este mal, explicó que al estar trabajando en la zona del municipio de Felipe Carrillo Puerto, en Quintana Roo, fue picado en diferentes partes de su cuerpo por este insecto. Al paso del tiempo comenzaron a brotarle pequeñas úlceras como si fuera acné, las cuales después fueron creciendo.

“Pues yo trabajé exactamente en el Aeropuerto Internacional de Tulum, es una construcción a cargo de la SEDENA que se vincula con el Tren Maya en el tramo 6 Playa del Carmen-Tulum. Allá en la región de Felipe Carrillo Puerto, al insecto se le conoce como ‘mosca chiclera’ o ‘mala mosca’ que técnicamente es un mosquito.



“Nos platicaban allá los especialistas en el Centro de Salud, que siempre ha estado presente ese mosco pero ahora en los trabajos donde se está invadiendo el ecosistema virgen de la selva, que es donde habita el insecto. Y nosotros al entrar hacer el trabajo estamos expuestos a la picadura. A eso obedece el aumento de los casos”.

Explicó que la forma en que daña este mosco es: primero infecta picando principalmente a un roedor –en este caso un tlacuache– y de ahí comienza a infectar al ser humano. Pero tarda entre 20 y 25 días en brotar la úlcera que al principio puede ser como un acné, como un absceso. Pero al paso del tiempo no se quita y crece.

Narró que tras ser infectado por este insecto, los problemas siguieron pues en aquella zona no pudo ser atendido por el Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS), toda vez que no cuentan con la medicina, solamente podría tener acceso a ella al acudir a la Secretaría de Salud que tampoco la poseía y fue en Orizaba donde comenzó el proceso para que el fármaco llegara.



“Yo enfermé a finales del 2022, no había ningún medicamento para la leishmaniasis pues dijeron que por el COVID-19 dejó de entrar al país. Este medicamento lo hace una organización en Francia y no está disponible fácilmente a la venta. Es una donación que hace la organización francesa a todo Sudamérica. Cuando a mí me pasó habíamos en espera de la medicina, sólo donde yo estaba, alrededor de 50 pacientes”.

Ante ese panorama, decidió venir a Orizaba, ya en su terruño buscar la cura, pues sus lesiones iban creciendo y el riesgo de perder parte de piel o algún miembro como el ojo u oído estaba latente.

“Fue complicado para mí porque en Quintana Roo estuve en noviembre y diciembre en espera de la respuesta del medicamento, aunque de plano nos dijeron que no había. Las zonas donde yo tenía las picaduras me catalogaba como un paciente delicado, es decir de alto riesgo, pues era en el lagrimal, párpado derecho, dentro de una de mis orejas, en el cuello en la parte de atrás y uno por la sien”.



El entrevistado sostuvo que actualmente ya llegó el medicamento a México, pero se está aplicando poco a poco y por lotes a los pacientes. Sin embargo hay algunos que todavía tienen hasta tres meses en espera y no les han suministrado la medicina.

“El tratamiento consiste en inyecciones que a veces te aplican directamente a la zona pero en mi caso que fue cerca del lagrimal y en otras partes de mi cuerpo decidieron inyectármela en la nalga, pero muchos la reciben intralesional”.

Y a pesar de que es un alivio que ya le aplicaron 10 inyecciones de Glucantime, existe otro riesgo, y este es que el medicamento afecte alguno de sus órganos porque está hecho de metales pesados.



“Las primeras dosis a mí sí me dieron dolor de cuerpo, de cabeza, me sentía con cuerpo cansado”.

En este momento, expresó que solamente está en vigilancia, pero deberá de estar frecuentemente acudiendo al centro de salud durante un año, pues alguna de las lesiones se puede reactivar.

“Ese es otro de los peligros de la enfermedad. Por eso cada semana estoy acudiendo al centro de salud. Fue muy complicado que llegara mi tratamiento, pues venía del extranjero y quedó parado por varios días en la aduana y después no había forma de que la dependencia de salud pudiera recogerlo por el gasto que significaba ir a México por él; pero esto se arregló”.



Al final de cuentas tuvo que dejar el trabajo en la zona del Tren Maya, porque el peligro es que lo volviera a picar de nueva cuenta otro mosco de este tipo.

“La verdad es que sí hay varios casos de veracruzanos que están en una situación similar a la mía”.