Al haberse aprobado la Ley de Voluntad Anticipada, se favorece la muerte digna y no el encarnizamiento terapéutico; consideró la coordinadora del área de Cuidados Paliativos del Centro Estatal de Cancerología (CECAN), Elba Díaz Domínguez.
"Esto favorece la autonomía de la persona, que decida antes o durante de su enfermedad estos tratamientos, que no favorezca el encarnizamiento terapéutico que muchas veces se da. Se favorece la muerte digna y de esta manera generar menor confusión en cuanto a lo que es un enfermo terminal", comentó.
Dijo que con esta ley los pacientes pueden decidir qué tratamiento quieren, dónde estar, con quién y qué no quieren del tratamiento.
"Es un beneficio porque aprobar la Ley de Voluntad Anticipada hace que nuestros pacientes decidan qué tratamiento quieren, dónde estar, con quién y qué es lo que no desean de ese tratamiento que se les ofrece", aseveró.
De igual forma, admitió que hacía falta un marco regulatorio de ley para que las decisiones de los pacientes sean respetadas y agregó que los hospitales tendrán que prepararse para tener el formato adecuado y presentarlo a pacientes y sus familiares.
"Cuando damos el diagnóstico de una enfermedad crónica, en ese momento como hospital estaríamos obligados a decirles que existe este documento, en un afán de mejorar la condición de vida de los pacientes en fase terminal. Apenas esta ley se aprobó y tendrá que seguir el curso que deba para la difusión; nosotros tendríamos que prepararnos para generar el formato", sostuvo.