La cadena productiva de la caña de azúcar atraviesa un punto crítico que va más allá de la caída en los precios del endulzante. Voces del campo señalan que son las propias estructuras internas y el desgaste de sus dirigencias las que han profundizado la crisis.
El integrante del Comité Regional Campesino en Orizaba, Nicolás Hernández Méndez, advirtió que el sector “ha perdido el rumbo” debido a representaciones que no están respondiendo a las necesidades reales del productor. Hernández Méndez sostuvo que las gestiones realizadas por las organizaciones cañeras ante el Gobierno Federal se han quedado en anuncios sin resultados tangibles, pese a que por años se han presentado como avances a favor del gremio. “Hay muchos vicios dentro del sector. Las dirigencias nos han quedado a deber desde hace demasiado tiempo”, comentó.
El productor también criticó la postura del sector industrial, a quien señaló por mantenerse al margen ante los problemas derivados del precio del azúcar y de la creciente importación del producto. “Quienes salen a dar la cara son solo las organizaciones cañeras. Los empresarios permanecen en silencio y eso genera suspicacias”, expresó.
Otro de los temas que genera mayor molestia entre los productores son los descuentos aplicados por organizaciones locales y nacionales. Aunque estos cobros se justifican como aportaciones para fortalecer la representación, su uso final no siempre queda claro. “Nos descuentan para que las organizaciones funcionen, pero el productor sigue sin ver resultados”, señaló Hernández.
Sobre la entrada de azúcar del extranjero, aclaró que no es una política general del país, sino una práctica realizada por algunos empresarios que buscan ventajas en el mercado, provocando un desplome del precio nacional. Si bien reconoció que el Gobierno podría imponer aranceles más estrictos, insistió en que el principal conflicto sigue siendo interno.
Como alternativa para frenar prácticas que considera nocivas, Hernández Méndez planteó un cambio profundo en la forma de relacionarse con los ingenios. “El productor debería tratar directamente con los ingenios. Eso eliminaría muchos descuentos que hoy nos afectan seriamente", apuntó.