Llaman desde el corredor Córdoba-Orizaba a dignificar el trabajo: "ingreso no alcanza"

Aunque los ingresos han mostrado una ligera mejoría, el costo de vida sigue presionando fuertemente a las familias trabajadoras del país, advirtió Alfredo Hernández Ávila, dirigente regional de la CROM, al analizar los datos recientes de la Encuesta Nacional de Ingresos y Gastos de los Hogares (ENIGH) 2024.

“Los trabajadores del corredor Córdoba–Orizaba ya lo sabíamos: el ingreso ha mejorado un poco, pero los gastos siguen apretando fuerte”, declaró.

Explicó que, si bien el hogar promedio en México reporta ingresos por casi 26 mil pesos al mes, cerca del 40 por ciento se va en alimentos, sin contar otros rubros esenciales como transporte, educación o salud.



“La mayoría de las familias apenas logran cubrir lo básico, y eso demuestra que todavía falta mucho para que el salario refleje realmente el valor del trabajo”, añadió.

Hernández Ávila también señaló que, pese a una leve disminución en la desigualdad, la distancia entre ricos y pobres sigue siendo alarmante: el 10 por ciento más rico del país gana 14 veces más que el 10 por ciento más pobre. “Esta brecha se vuelve más evidente en una región como la nuestra, donde abunda la mano de obra honesta en la industria, el comercio y el campo, pero los salarios van siempre por detrás de los aumentos en el costo de vida”, lamentó.

El también impulsor de iniciativas laborales en la zona de las Altas Montañas hizo un llamado a recuperar el valor del empleo digno, formal y bien calificado. “Aquí siempre hemos tenido trabajadores comprometidos, con disciplina, con saberes técnicos, con orgullo por su oficio. Esa identidad laboral no puede perderse. Es urgente conservar y multiplicar los centros de trabajo formales, porque son los únicos que garantizan seguridad social, estabilidad y retiro digno”, insistió.



Sobre el riesgo de que la informalidad siga creciendo, fue enfático: “No puede seguir siendo la salida fácil. Es una trampa que atrapa y deja sin derechos a millones”.

Para lograr un desarrollo regional sostenible, Hernández Ávila propuso una ruta clara: empleos estables, capacitación técnica continua, esquemas laborales justos y empresas con responsabilidad social.

Puntualizó que no se trata de atraer inversión a cualquier costo, sino inversión que respete a los trabajadores, que fortalezca el tejido económico de la región, y que genere oportunidades reales.



Finalmente, exhortó a los propios trabajadores a mantenerse organizados y en constante preparación.

"También es nuestra tarea capacitarnos, mantenernos unidos, y seguir demostrando que la mano de obra de las Altas Montañas es de las mejores del país. El trabajo no debe ser sólo esfuerzo; debe ser dignidad, identidad y futuro para nuestras familias”.