Lodo invade viviendas por deslave tras tormenta en Xalapa: caos en Casa Blanca

Por la tormenta las calles empinadas de Casa Blanca se transformaron esta tarde de sábado en ríos de lodo que descendieron con furia desde Montes Urales, entró a casas y se llevó, y una maquinaria pesada que quedó sepultada a medias entre el barro y el concreto roto de una obra inconclusa.

La tragedia no dejó muertos ni heridos, pero sí un saldo de destrucción y enojo. Las imágenes que comenzaron a circular entre los vecinos no necesitan contexto: casas llenas de lodo hasta el comedor, electrodomésticos cubiertos por una pasta espesa, y una retroexcavadora atrapada como si fuera un juguete de hierro en un lodazal improvisado.

El deslave no fue producto del azar. Vecinos llevan semanas denunciando que las obras de drenaje en la zona no cuentan con señalización, protección adecuada ni supervisión constante.



La maquinaria, que terminó atrapada en una zanja profunda, estaba estacionada sin resguardo. “La lluvia empezó y en diez minutos ya había ríos bajando. Nadie vino a decirnos nada. Si no cerramos rápido, el lodo entra hasta la cocina”, dijo Martha Rodríguez, una de las afectadas.

La fuerza de la corriente abrió grietas en el terreno donde se realizaban trabajos de infraestructura. La falta de previsión dejó al descubierto la vulnerabilidad de una obra que, más que mejorar la zona, terminó siendo un riesgo para los habitantes.

Bomberos y Protección Civil llegaron poco después de la tormenta. Junto a ellos, los vecinos, pala en mano, empezaron a remover lo que quedaba de una tarde común transformada en desastre. “Estamos acostumbrados a que las autoridades vengan, tomen fotos y desaparezcan. Pero quienes sacamos el lodo somos nosotros”, reclamó uno de los voluntarios.