Los árboles de “Flor de día”, un espectáculo en Puente Nacional

Además de los chiles rellenos con flor de cocuite y el pan tradicional que en Todos Santos hornean las familias de Mata de Jobo, el pueblo en donde nació el alcalde Fabián Sartorius Domínguez, Puente Nacional, ofrece en estos días un espectáculo fugaz pero maravilloso con los árboles de “Flor de día”.

Conocidos también como araguaneyes, guayacanes o robles amarillos, los árboles de “Flor de día” destacan entre el paisaje de la zona justo después de que el inverno secó el pasto, los árboles y arbustos de este municipio ubicado a 51 kilómetros de Xalapa, la capital de Veracruz, por la carretera 140.

Si vienes de Xalapa o del puerto de Veracruz, la localidad de Tamarindo se encuentra en el kilómetro 50, el punto medio de esta vía de comunicación que une las dos grandes urbes veracruzanas y a unos cuantos metros se encuentra la cabecera de este municipio, en donde estaba asentada la Hacienda Paso de Varas o Paso de las Varas, casa de descanso del General Antonio López de Santa Anna.



Además de las frutas regionales que ofrece la localidad de Tamarindo y la rica gastronomía de toda la zona, Puente Nacional es conocido por el “Puente del Rey”, una construcción imponente que permite cruzar el río La Antigua, construida en el siglo XIX por los hermanos José y Manuel Rincón, como parte del Camino Real e inmortalizado años más tarde por el gran pintor Mauricio Rugendas y descrito por la Marquesa Calderón de la Barca en su diario.

Puente Nacional cuenta también con un sitio prehispánico de la cultura de Remojadas, descubierto por investigadores y académicos del Instituto y Facultad de Antropología y con una fortificación militar, la Atalaya de la Concepción, rescatada también por investigadores universitarios.

Pero en estos últimos días del mes de enero, desde la autopista de Cerro Gordo, en el municipio de Emiliano Zapata, en toda la región de Puente Nacional y hasta Paso de Ovejas, se pueden apreciar los manchones amarillos y brillantes de los árboles de “Flor de día”, un espectáculo para la mirada que, como su nombre lo indica, es flor de un día, porque nace radiante por la mañana y fenece por la tarde.



Si tiene oportunidad de viajar, visite Puente Nacional. Ahí se encontrará no sólo con la hospitalidad de su gente, también con el Hotel Puente Nacional, un edifico que sobrevivió al huracán Karl en 2010, que cuenta con una gran alberca, su restaurante “La Manga de Clavo”, en honor a otra casa de Santa Anna y cómodas habitaciones climatizadas.