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Sección: Estado de Veracruz

Los científicos no están tan locos como los pintan, ni son malévolos: Luna Roberta

- Niñas compartieron sus experiencias en programas del INECOL para fomentar la investigación científica

- Para hacer ciencia se necesita disposición, ganas de asombrarte y maravillarte

- Cuando algo te sale mal en la ciencia, no es que te hayas equivocado, puedes mejorarlo y aprender de los errores

Miguel Valera Xalapa, Ver. 20/06/2021

alcalorpolitico.com


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En el Congreso 10 años de ProVocaciones Científicas, organizado Instituto de Ecología (INECOL), Luna Roberta López Enzástiga, de 14 años de edad, recordó que su interés por la ciencia apareció en cuarto grado de Primaria, pero cuando en sexto invitaron a su escuela a participar en el programa de Fomento del interés por la carrera científica y tecnológica descubrió realmente que le gustaba este campo. “Ahí me di cuenta de que los científicos no están tan locos como los pintan, ni son malévolos, no al menos más que tú y que yo, y con esta experiencia me di cuenta de que había algo que me apasionaba más que el dibujo”.

Durante la ponencia denominada ProVocación Científica desde la Primaria, comentó que también participó en el Semillero de premios Nobel, en donde le mostraron como podía crear un proyecto científico. “Esto me fascinó, porque moría de ansias de hacer un proyecto que fuera totalmente mío, de algo que en realidad me apasionara, porque cuántas veces te dan la oportunidad de hacer algo así en la escuela”.

Además, descubrí que hay muchas ramas de la ciencia y cada quien puede escoger una dependiendo de lo que le gusta, y que sabemos muy poco de nuestro asombroso planeta en el que vivimos, agregó Luna Roberta.



A los interesados en ser científicos, ante las dificultades que podría presentar para ellos el periodo de aislamiento por la pandemia, les recordó que en realidad no se necesita ningún instrumento o acudir a un laboratorio para hacer ciencia, “solamente se necesita disposición, ganas de abrir los ojos, de asombrarte y maravillarte. y simplemente hay que preguntarse el porqué de las cosas. Investiga, pregunta y no te rindas porque algo salió mal o porque te equivocaste”.

“Cuando algo te sale mal en la ciencia, no es que te hayas equivocado del todo, si no que puedes mejorarlo y también aprender de los errores”, aseguró Deysy Guadalupe Pérez Marín al compartir en el Congreso su experiencia de cuatro años participando en diferentes programas del INECOL.

En el evento moderado por Martha Exsome Méndez, jefa de la Oficina de Enlace con la Sociedad del Instituto de Ecología, la estudiante contó que en el Verano Científico fue cuando descubrió que la rama de la ciencia que más le gustaba es la biología; en el Semillero de nuevos talentos analizó los diferentes elementos que esconden las gotas de lluvia, y en Tres días con un científico hizo una aplicación para monitorear la naturaleza, junto con otros dos chicos que participaron en esta experiencia.




Siempre hay que preguntar, no hay que quedarse con dudas y hay que intentarlo”,

fue el consejo de esta joven científica, quien también señaló que la ciencia es de prueba y error, por lo que se vale equivocarse.

Quetzalli Mustri Colín, de 12 años, quien participó en el proyecto de Fomento del interés por la carrera científica y tecnológica en 2017, dijo que lo que más le gusta de la ciencia es que sirve para descubrir cosas nuevas y que siempre va a haber algo que tú no has descubierto, aunque los demás ya lo hayan hecho.

Recordó que tenía solamente 9 años cuando formó parte de esta experiencia. “Era la más pequeña de todos y fue muy chistoso porque no me quedaban las batas que daban, así que tuvieron que buscar una especial que aún así me seguía quedando grande”.



Cabe señalar que ProVocación Científica es un programa del Instituto de Ecología (INECOL) que desde 2010, encauza a niños y jóvenes de 12 a 16 años a considerar la investigación científica como carrera y razón de vida. A una década de su primera emisión, se han beneficiado 738 niños y jóvenes, desarrollado directamente 534 proyectos de investigación, mediante la participación de al menos cien escuelas, tanto rurales como urbanas, ubicadas en seis estados de la República Mexicana.