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Sección: V?a Correo Electr?nico

Los correos contra el Director del P. Macuiltépetl no provocan duda, sino indignación por las calumnias

Afirma que la trayectoria profesional de Sergio Aguilar está probada y quienes lo conocen saben de su humanismo y honestidad

05/03/2011

alcalorpolitico.com

Psic. Joaquín Rosas Garcés
Director General
Al Calor Político

P R E S E N T E
Estimado Director:

Mientras recorría las páginas electrónicas de su reconocido periódico en línea, me topé con la carta dirigida a usted por el Sr. Jorge Olmedo L., en la que ésta persona realiza una serie de afirmaciones sobre el director del Patronato para el Parque Ecológico Macuiltepetl, A.C., Sergio Aguilar Rodríguez, que no pueden leerse sin provocar indignación ante el descaro con el que lo descalifica y calumnia, sin presentar un sólo argumento respaldado por evidencias o fundamentos que sostengan sus palabras.

La fresca desfachatez y desvergüenza con que dicha persona realiza descalificativos y acusaciones graves sobre alguien con la trayectoria ética y la congruencia personal de Sergio Aguilar, no merecerían mayor respuesta que el silencio, si no fuera por la forma irresponsable y a todas luces interesada con que intenta desprestigiar la reconocida y comprometida labor que por más de 20 años lleva realizando Sergio Aguilar por el medio ambiente y la fauna, no sólo de nuestra ciudad, sino del estado de Veracruz.

Un breve vistazo al currículum de Sergio bastaría para respaldar con creces una trayectoria que no sólo merecería el reconocimiento público, sino que ameritaría la acreditación de más de un posgrado como naturalista humano, título con que se reconocía a sabios del siglo XVIII y XIX, y que habría que instituir en nuestro sistema educativo para hacer avalar académicamente a personas que, como Sergio, han hecho de la práctica, el conocimiento y el compromiso con la naturaleza una forma de vida que ha hecho posible que, tanto nosotros como nuestros hijos, disfrutemos de espacios naturales de otra forma condenados a ser devorados por la mancha urbana, la negligencia política o la indiferencia ciudadana.

Tal es el caso no sólo del Parque Ecológico Macuiltépec, sino de muchos otros sitios de incalculable valor para nuestro estado y nuestro país por su rica biodiversidad e invaluable rol ecológico, como las selvas de Uxpanapa y Los Tuxtlas o el bosque mesófilo de montaña de nuestra región (donde se encuentran sitios tan apreciados por los lugareños y de inestimable valor paisajístico y natural como la cuenca del Río Pixquiac), donde Sergio ha realizado labores de conservación y aprovechamiento sustentable reconocidos a nivel nacional e internacional por instancias tales como la Embajada de Holanda en México, la Asociación Internacional de Observadores de Aves, Pronatura A.C. y The Nature Conservancy, por sólo mencionar algunas pocas de una larga lista.

Por si eso fuera poco, Sergio Aguilar encabezó el esfuerzo de muchas personas por rescatar la galería de arte del Parque Ecológico Macuiltepetl – en ese entonces abandonada – para convertirla, a través de mucho tiempo, esfuerzo, constancia y dedicación, en el único museo de la fauna del estado; uno de los pocos espacios donde nuestros hijos pueden ver y conocer algunos de los animales característicos de Veracruz, así como valorar la importancia tanto de su conservación como de la de sus hábitats.

En todos los casos, quienes lo conocemos de toda la vida podemos dar fe, con toda certeza, que Sergio Aguilar siempre se ha conducido con absoluta honradez, honestidad, entereza y profesionalismo, algo del todo difícil de afirmar con tal seguridad de tantos otros personajes, cuyo paso por la vida pública durante menos de un décimo del tiempo en el que él se ha desempeñado como naturalista cabal y ético a lo largo de más de dos decenios –se dice fácil –, han adquirido riquezas demasiado explicables para ser realmente inexplicables.

Sergio en cambio durante todo el tiempo que lleva no sólo en el Patronato sino en muchas otras actividades, no ha dejado de mantener su esencia y su nombre libres de toda duda, manteniéndose fiel a un modo de ser autónomo, que le ha valido el respeto y reconocimiento de propios y extraños. Esto, desgraciadamente para nuestra ciudad, estado y país, se puede decir de demasiadas pocas personas.

Todo lo dicho hasta aquí está respaldado y puede ser confirmado por quién se interese en conocer la trayectoria de Sergio, así como por el sin número de personas de reconocida ética, que lo conocen bien o que han tenido el gusto de tratarlo o de haber trabajado a su lado.

Al contrario de las afirmaciones que con irresponsabilidad y evidente mala fe realiza el Sr. Olmedo, sin acompañarlas de fundamento, prueba o evidencia algunos que sostengan o sustenten sus acusaciones. En lenguaje llano y simple a eso se le conoce como difamación y calumnia, y está sancionado por la Ley.

Respetuosamente
Mauricio Márquez Murrieta