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Sección: Estado de Veracruz

Las palabras de la ley

Los grados de certeza

Salvador Martínez y Martínez 13/12/2023

alcalorpolitico.com

Una pregunta similar a la que plantearemos enseguida, la habíamos leído en algún libro de filosofía de la historia, pero nos sorprendió encontrarla en un artículo sobre la teoría del caso. Quienes saben sobre esto se preguntan: ¿Es posible conocer lo que realmente ocurrió en el pasado?

Quienes tal cosa se interrogan, agregan enseguida una cuestión asaz diferente: ¿Cómo un litigante puede llegar a esa verdad procesal de la que hablamos?

Hasta ahora nos hemos conducido con la siguiente idea de la teoría del caso: ella es el planteamiento que la acusación o la defensa hace sobre los hechos penalmente relevantes, las pruebas que los sustentan y los fundamentos jurídicos que la apoyan. (Genaro R. Carrió).



Al querer escudriñar sobre este asunto, recordamos una seria advertencia de Miguel Villoro Toranzo en su libro Metodología del trabajo jurídico (1992) y hoy en este escrito queremos servir el saber de dicho autor, quien nos previene con las siguientes palabras: “Pero no hay que confundir los grados de certeza con los pasos o grados del proceso por el cual se llega al conocimiento científico.”

La certeza -afirma Villoro- es un estado psicológico; no es una propiedad del objeto conocido sino de la mente humana. El ser humano reacciona psicológicamente con todo su ser a medida que va captando la verdad de los objetos. Este autor distingue cinco grados de reacción psicológica ante la captación de la verdad.

Comienza afirmando el estado de ignorancia, dentro del cual se reacciona confesando la ausencia de conocimientos. “No sé” solemos decir ante una determinada cuestión.



Enseguida plantea el estado de duda y asevera que la mente suspende su juicio, sin inclinarse a alguno de los términos de dos proposiciones contrarias; no se atreve a decir que algo sea así, ni tampoco que algo no sea así. Nos parece que en este estado no se puede permanecer mucho tiempo, pues la duda es dolorosa. “Mata más la duda que el desengaño” afirma la sabiduría popular.

Pasa después el autor al estado de sospecha en el que la mente se inclina a un término entre dos proposiciones contradictorias sin otorgarle el pleno asentimiento; esto es, se deja un lugar para la duda.

Considera después el estado de opinión, dentro del cual, afirma, que la mente otorga su asentimiento a uno de los de los términos de dos proposiciones contradictorias, pero sin que desaparezca el temor que el otro término pueda ser verdadero; por ejemplo, creo que algo es así, pero podría no ser así.



Culmina Miguel Villoro Toranzo su análisis con el estado de certeza: la mente otorga su firme y definitivo asentimiento a uno de los términos de dos proposiciones contradictorias sin ningún temor que el otro término pueda ser verdadero. Ya no hay lugar para la duda.

Régis Jolivet nos ofrece un precioso resumen de los expuesto en los siguientes términos:

“El espíritu puédese encontrar, en relación con la verdad, en cuatro estados diferentes: la verdad puede ser, para él, como si no existiera, y es el estado de ignorancia; la verdad se le puede aparecer como simplemente posible, y es el estado de duda; la verdad puede aparecerle como probable, y es el estado de opinión; y, en fin, la verdad puede aparecerle como evidente, y es el estado de certeza.”



No pasa desapercibido que Jolivet, solamente considera cuatro estados de certeza y no cinco como lo establece Villoro Toranzo. Pero lo importante, es que no podemos decir respecto de algo “estoy en lo cierto”, así sin más. Aun quienes admiten la intuición (entendida como un conocimiento “de golpe y porrazo), deben hacerla explícita y en ese explicitar aquello que conocieron lo hacen de modo gradual, poco a poco, paso a paso...

La observación que nos ha llevado a las anteriores consideraciones, se origina en una peculiar actitud de no pocos abogados. Con facilidad, y hasta con ligereza, se refieren a la ciencia del derecho, pero no se sienten científicos. Científico es el físico, el químico o el biólogo; pero no el estudiante o el estudioso de las leyes...

Jolivet también expone la noción de los grados de certeza, pero, con otras palabras. La ignorancia es un estado puramente negativo, que consiste en la ausencia de todo conocimiento referente a algún objeto. La duda es un estado de equilibrio entre la afirmación y la negación, el cual resulta de que los motivos de afirmar son más o menos como los motivos de negar. La opinión es el estado del espíritu que afirma con miedo a engañarse. La certeza es el estado de espíritu que consiste en la firme adhesión a una verdad conocida, sin miedo a engañarse.



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