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Sección: Vía Correo Electrónico

Los jodidos en México ¿quiénes son?

Jorge Salazar García 25/02/2019

alcalorpolitico.com

La palabra “jodido” siendo de gran variedad semántica puede significar carencia, daño, dolor, ofensa, tristeza, etcétera; sin embargo, generalmente se utiliza para calificar de ese modo a quien es pobre. Con esta última denotación, por lógica, el emisor debiera ser una persona rica. Pero no sucede así. Por ejemplo, la expresión, “pinche jodido” la escuchamos en cualquier nivel socioeconómico; claro está, con distintas cargas emotivas. Políticamente, podría hablarse de dos grupos:

gobierno-empresarios y ciudadano-trabajador. Los primeros utilizan ese vocablo como calificativo paternalista, racista, despectivo y ofensivo, principalmente; del lado popular, comúnmente se emplea como insulto , chunga o lástima. ¡Pobre jodido! se dice de alguien caído en desgracia. Pero, ¿Cuál es el origen del término? y ¿a quiénes debería considerarse jodidos?

La palabra proviene del verbo joder, su raíz latina es “futuere” y significa copular. De hecho, se impone desde la conquista, cuando los españoles, al violar a las mujeres y despojar a las comunidades de sus riquezas, JODIERON a los pueblos originarios de América. Esta jodienda, apoyada por la Iglesia, continuó durante la colonia, disminuyendo un poco con la rebelión de los independendistas. Al excluir al pueblo del poder nacionalizado, la jodedera continuó y aumentaron los agresores. Los jodidos vuelven a rebelarse en 1910 y logran un breve respiro en el periodo cardenista (1934-1940). Posteriormente, al ser asesinados los líderes revolucionarios, los pobres vuelven a ser tratados como animales por los descendientes de los conquistadores, consiguiendo institucionalizar el racismo y la explotación. Finalmente, por medio de la política neoliberal, (políticos y empresarios) logran imponer el expolio como legalidad. Lo trágico en esta última etapa es la actitud de admiración de algunos explotado hacia su explotador.



Por supuesto, esa admiración no es gratuita, fue inducida a través de una educación basada en “competencias”, cuya finalidad es “capacitar” mano de obra barata y obediente para producir y consumir lo ordenado desde el PODER. Así se formaron cuadros de capataces intensamente individualista dispuestos hacer cualquier cosa por acumular dinero. Sé audaz y agresivo si quieres triunfar en la vida, les repiten desde la niñez hasta la juventud. Traicionar, mentir, robar, matar o destruir el medio ambiente son habilidades necesarias para SER “competitivo”. La idea del fracaso (perdedor) o de ser excluido aterra. Por esta razón miles de jóvenes buscan enriquecerse rápidamente ingresando al crimen organizado o a la política. Son modernos gambusinos buscando en las calles o en el gobierno su mina de oro, dispuestos a violar la ley para satisfacer su codicia. Estos son realmente los jodidos, no el pobre que vive y trabaja con dignidad. Demostrarlo es sencillo; el sujeto, al extraviar sus sentimientos (alexitimico), es incapacitado (JODIDO) para dar sentido a su existencia e imposibilitado para amar. Vive con miedo; puede torturar, robar secuestrar y matar a sangre fría; y si es funcionario público, se insensibiliza ante el dolor ajeno. Es decir, la jodidéz no es exclusiva del desposeído materialmente; los hay ricos, ignorantes, preparados, con poder y sin poder.

Hoy, el nuevo régimen tiene la oportunidad de sanar la vida pública en el país por medio del buen ejemplo, reincorporando los contenidos educativos humanistas extirpados por los corruptos neoliberales. Además, estos deben ser castigados por JODER a la Nación. De no pagar sus crímenes seguirán jodiéndonos. El empresario deshonesto, de seguir impune, NO dejará de evadir impuestos, despojar al trabajador, corromper funcionarios, contaminar el medio ambiente y engañar al consumidor. Los jóvenes tampoco renunciarán a sus ilegales ingresos por recibir una beca cuyo monto más alto (3600) es superado por, digamos, disparar una bala, si no ven caer a los grandes criminales.

El triunfo de los capitalistas es haber formado esclavos sumisos y elevarse al rango de mesías o de héroes. Estos referentes “morales” y timoneles de los negocios en la sociedad de mercado son parte de los JODIDOS, al sustituir su alma por dinero. Para esa clase de JODIDOS, un limosnero es despreciable, un indígena es basura, la mujer un objeto y quien trabaja duro y honradamente, un vil pendejo.



Vivir la vida dignamente no es fácil, implica todo el tiempo elegir nuestro destino en cada acción emprendida. Ser jodido es permitir a otro elegir por nosotros.