Conmovidos y llenos de fe, la familia Barojas Sánchez viajó más de 3 horas desde Tehuitzo, Puebla, hasta la Catedral Metropolitana de Xalapa para agradecer lo que consideran un milagro concedido por San Rafael Guízar y Valencia.
El motivo de su visita fue cumplir una promesa hecha por una integrante de la familia luego de que el pequeño Jesús Barojas Sánchez, de 4 años, enfermara gravemente de influenza. La enfermedad afectó seriamente su salud y le dañó incluso el oído por lo que durante más de un mes su estado fue delicado. A pesar de haber acudido con distintos especialistas, los padres del menor no veían mejoría en el menor. Fue entonces cuando su tía, quien ya había visitado anteriormente la tumba de San Rafael Guízar, decidió encomendar la salud del niño al santo veracruzano, reconocido por los fieles por los supuestos milagros que le reconocen.
Poco después de esa encomienda, el pequeño comenzó a mostrar una mejoría notable, lo que la familia interpretó como una intervención divina. En agradecimiento, prometieron llevarlo vestido de San Rafael Guízar hasta su tumba si lograba sanar por completo.
Este 24 de octubre, fecha en que la Iglesia católica celebra a San Rafael Guízar, la familia cumplió su promesa. Desde las 4:00 horas emprendieron su viaje a Xalapa para presentar al pequeño Jesús, vestido con los ropajes de San Rafael Guízar, ante la tumba ubicada en la catedral para agradecer el milagro.
Es la primera vez que los Barojas Sánchez visitan la tumba del Señor Guízar y aseguran que lo hacen con profunda gratitud. Su historia se suma a las de cientos de fieles que, año con año, acuden a Xalapa para agradecer lo que consideran milagros concedidos por San Rafael Guízar y Valencia, conocido como “El Obispo de los Pobres”.