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Sección: Estado de Veracruz

Los otros carnavales: exposición fotográfica de Alfredo García en el Ágora de la ciudad

- Empezó su exhibición desde el pasado mes de febrero en Almolonga, Alto Tío Diego, Blanca Espuma, Cerillo, Coyolillo, Espinal y Providencia

Sabino Cruz V. Xalapa, Ver. 03/03/2011

alcalorpolitico.com

Alfredo García Córdoba, “El de Naolinco”, arquitecto, artista visual, empresario de la cocina regional, cronista de las fiestas patronales de la región centro del estado de Veracruz, presenta este jueves 3 de marzo en el espacio abierto del Ágora, a las 17:00 horas, la exposición fotográfica “Los otros carnavales”.

El cuerpo de imágenes que forma esta exposición es la memoria gráfica de un periplo que inicia siendo alumno de los talleres libres de artes plásticas de Naolinco, Veracruz, con el maestro Juan López Velasco, quien le lleva a Cerrillo de Díaz para que conozca los trajes que utilizaban los danzantes de ese lugar. Estas vivencias, más los recuerdos de la danza de Moros y Cristianos que se ejecuta durante las Fiestas Patronales en su pueblo, hacen que le nazca el deseo de conocer más de esas tradiciones.

Desde hace diez años recorre las comunidades de Almolonga, Alto Tío Diego, Blanca espuma, Cerillo, Coyolillo, Espinal y Providencia, para capturar en imágenes las energías que guardan los danzantes todo el año para salir a las calles a disfrutar y disfrutarse con sus evoluciones coreográficas.

Apenas hace dos años que Alfredo García Córdoba, “El de Naolinco”, ha decidido regresarle a esas comunidades parte de los mucho que ha recibido por dos lustros, con la intención de que ellos mismos se den cuenta que lo que están haciendo es mágico, y por eso no deben dejar que se pierda, pues ahí está lo que los identifica como pueblo y los cohesiona como sociedad.

“Los otros carnavales” de la región de la cañada de Actopan -que comprende siete localidades: Coyolillo, Alto Tío Diego, Espinal, Almolonga, Cerrillo de Díaz, Blanca Espuma y Providencia- tienen un origen un origen africano, se realiza desde hace más de cien años en Coyolillo y es –apunta el expositor- una manera de celebrar que utilizan los nativos en días de asueto, después de andar en los cortes de caña y en espera de la Semana Santa.

El punto principal de estos carnavales es la comparsa que anda por todo el pueblo bailando, gritando o corriendo simplemente. Utilizan unos trajes muy vistosos, a manera de batones de telas estampadas con mucho colorido, así como una especie de capa. En algunos lugares estos batones van arriba de la rodillas, otros los llevan hasta los tobillos; todos ellos confeccionados con alforzas, rombos, plumas ylentejuelas, muy adornados. Sobre el batón se colocan la capa, de tamaño largo y con mucho adorno.

Cada pueblo tiene su propia manera de adornar sus trajes, pero todos se caracterizan por llevar una máscara sobre el rostro, elaborada sobre madera y con la figura de un toro. Aquí el artesano da rienda suelta a su imaginación, creando figuras toros muy realistas o estilizadas estilizados, según el pedido.

Es en Alto Tío Diego donde hacen las máscaras más realistas, hay venados, elefantes, tigres. Todas estas máscaras terminan con un penacho muy vistoso, hecho de flores grandes de papel crepé o de china. Algunos penachos son a ras de cabeza, como en Coyolillo.

En Alto Tío Diego utilizan un arco muy grande, sobre la base de un tenate formado con una armazón de carrizo, es solamente un aro lleno de flores pequeñas; en Almolonga son aros encontrado con las flores y ahora les ponen brillantina; en Providencia y Blanca Espuma es solamente un aro, pero las flores son enormes, una flor es casi del tamaño de la cara de los toritos.

En ese lugar los toros son muy chiquitos, como un triángulo muy pequeño con sus cuernitos y pintadas con putitos; pero sus trajes son con estampados de flores enormes, que logran un contraste muy bonito. Todos los lugares tienen la máscara de madera, el penacho de flores, y batón largo o corto, así como una capa, todo con el toca característico de cada lugar.

Por último -puntualiza “El de Naolinco”- estos carnavales son muy interesantes porque abarcan una gran región, que lo hace único, ya que cuando hablamos del Carnaval de Veracruz, inmediatamente pensamos en los desfiles de carros alegóricos, los reyes, las comparsas, etcétera; en contraste con los carnavales es esta región que empiezan desde temprano con la danza o sones de las cuadrillas, misma que era acompañada, según cuentan los mayores, con los sonidos que producían los cubos de madera donde median las cuartillas de maíz o en tinajas de cerámica al ser golpeados con unas chanclas. Ahora acompañan al zapateado que ejecutan los danzantes con guitarra o violín.

También comenta que antiguamente sólo participaban hombres. Hoy ya lo hacen mujeres. Ambos géneros van bailando de casa en casa por toda la población, desde las once de la mañana hasta las once de la noche. Hay lugares donde el carnaval dura sólo un día y en algunos acostumbran coronar reinas.

En Cerrillo de Díaz,un pueblo con gran tradición de músicos, han armado un festival que de arpas, que en este año va por su X aniversario. Al evento vienen arpistas de toda la república, y en ocasiones han llegado del extranjero.

Este carnaval tiene como características las máscaras de toros, participa todo el pueblo, desde niños hasta personas de sesenta o setenta años. Normalmente en todos los lugares los disfrazados llevan una varita, la cual originalmente la utilizaban para espantar a los perros que se espantaban al ver lo espectacular de los atuendos; ahora es parte fundamental de estos disfraces.

La exposición fotográfica “Los otros carnavales” de Alfredo García Córdoba “El de Naolinco” empezó su exhibición desde el pasado mes de febrero en Almolonga, Alto Tío Diego, Blanca Espuma, Cerillo, Coyolillo, Espinal y Providencia. A partir de este día y durante todo el mes se muestra parte de este material en el Parque Juárez y área abierta del Ágora de la Ciudad.