Lukas Avendaño presenta “No soy persona. Soy Mariposa”, en el Festival de Danza Extrema

Lukas Avendaño es un antropólogo, bailarín, modelo y actor de performance que con su pieza dancística “No soy persona. Soy Mariposa” regresa a Xalapa para compartirla este miércoles, dentro del Festival Internacional de Danza Extrema.

El provocador escénico presenta en Área 51 Foro Teatral, a las 20:30 horas, la pieza que resultó ganadora del Premio del Público, otorgado en el Zurcher Theater Spektakel, en la ciudad de Zúrich, Suiza, el mes de septiembre pasado.

Como artista, le es innato describir en el escenario un asunto tan serio como lo es la migración. Y lo hace de manera seria, como la cuestión política que resulta ser este asunto de gente que se mueve por hambre, cuestiones políticas o por la guerra.



Lukas Avendaño es un provocador escénico y un artista, por ambas características percibe que la connotación de mariposón, es peyorativa de la sexualidad. “Todas las personas nos adjudicamos el libre tránsito. Es un derecho. En ese sentido, cualquiera puede ser una mariposa, tener el libre tránsito, cruzar fronteras” ser libres de poder hacerlo, explica.

“Ese momento en que la palabra “mariposa” ya no tendrá la connotación peyorativa, es lúdica, plástica, nos reconcilia, nos insulta, es otra frontera que busco anular. Mariposón” dice, mientras sonríe.

“Es la última frontera, es jugar un poco con lo que es y no es posible” y nos da un ejemplo, de aquel adolescente que expresa su deseo, comparte qué quiere, confiesa su sueño y la actitud general, común, es responder que soñador, es un romántico, eso nunca va a pasar, cómo crees¡. Y eso va hasta en la decisión de tomar un oficio, una carrera, ese apabullar con frases; eres un adolescente, ya cumplirás 18, ya te casarás, siempre hay la esperanza que reconsideres tu posición”.



“Anular la frontera entre lo que es y lo que no es posible”.

Y se responde “Por supuesto que sí es posible seguir nuestros sueños. En una realidad tan dura como la que vivimos ahora, sí es posible ser romántico, ser un soñador, ahora dedicado a las artes escénicas, ser una antítesis de esa tesis”.

“Ajá –se pregunta– no que no se puede vivir de las artes, que uno se muere de hambre. Pero por supuesto que sí, en una situación así, sí es posible seguir nuestros sueños, en una realidad tan dura, sí es posible ser romántico, soñador”.



“Con esta pieza, No soy persona. Soy Mariposa, cruzo tres fronteras: la política, la ideológica y la estética.”

“Pocas veces dialogo con el público. En esas contadas ocasiones, la gente me dice que ellos se ven, algunas lloran en algo en lo que se recuerdan, otros hasta me agradecen, esa pieza bonita, no, no bonita, preciosista, pieza que nos lleva a un especial estado de ánimo, provocado por lo que vemos en la escena. Pues qué bueno, me da gusto que resuelvan cosas” dice, reconfortado por su trabajo.

“No soy persona. Soy Mariposa” es una pieza que retoma el texto Pensamiento Puñal de Felipe Osornio Leche de Virgen Trimegisto, la cual se estrena en 2014 en Tehuantepec; en el 2015 por primera vez sale del país, a la Universidad de Regina, en Canadá, institución educativa con vetustos edificios que fueron por muchos años internados para los hijos pequeños de los aborígenes. En ese proceso de educarlos.”



“Lo primero que vieron los asistentes fue alguien con plumas en la cabeza, con piel de lobo. Imagen que les provocó, que les remitió a una situación de la que no se sienten orgullosos, del pasado histórico en que esa escuelas, fueron internados los niños, los hijos de los aborígenes canadienses, infantes que eran sustraídos de sus familias para educarlos a la manera occidental”.

“Aún existen diez muros, sobre los que están colgadas cucharas, las mochilas, objetos antiguos para lavarse las manos, la numeración que existía en las puertas de las habitaciones, un pupitre, fotos, hasta la lista de asistencia de los niños internados”. Visité ese muro. Comparte con nostalgia.

Después de Canadá “No soy persona. Soy Mariposa”, se presentó en Casa del Lago, de la UNAM, en la Ciudad de México “Interesante –reflexiona– porque es la primera vez que se presenta en un foro abierto. El formato de la pieza es para un espacio cerrado, sin embargo los árboles, la noche, el entorno agradable, presentado dentro del Festival de Poesía en Voz Alta”, todo se dio.



“Hay gente que se entera y va” contesta al coreógrafo Alonso Alarcón, presente en la entrevista, quien le hizo un comentario sobre las personas que no pudieron llegar.

“Esta pieza es sobre la migración. Imagina, mis padres con seis hijos, cuatro de ellos viven en Estados Unidos, no había vivido en carne propia ser migrante. Decido ir a Los Ángeles. Trabajo en un restaurante tailandés, que me permitió convivir con migrantes mexicano-oaxaqueños, compartir su cotidianeidad y vivenciar el proceso de autoexclusión y de exclusión existente. No me extrañó, en México también se da”.

Caviló mucho sobre el cómo abordar esa temática, sin tratarla de la misma manera en que ha sido analizada hasta ahora; “del cómo sufren los migrantes, de sus soledades, que viven hacinados, que es cierto, o de cuánto trabajan, hasta 12 ó 15 horas diarias. Que también es cierto”.



“Cierta ocasión, –recuerda– al caminar por una calle de Los Ángeles me topo con una enorme pared con el texto de La Migración es Maravillosa e ilustrada con una enorme mariposa monarca, hermosa”.

“La mariposa no es persona, es una mariposa, que no necesita pasaporte. Si es hombre, debe comportarse como hombre. Si es mujer, pues como mujer. Eso es frontera, pues al abolir la frontera para ser mariposa, para que tenga libre tránsito por todo el mundo. La migración no sólo es un problema político o geográfico, también hay símbolos, como la performatividad de la cotidianeidad”.

Y nos narra que, durante su estancia en los Estados Unidos, al trabajar en una fábrica de calamares, decidió cambiar su nombre. Los cholos, los mexicanos, cuando preguntaban, les respondía que se llamaba Cariño, “al decirles, me percataba del cómo sus cuerpos se crispaban. Está consensuado, cómo decirle Cariño a otro hombre. ¡Cómo!”, exclama.



Lukas Avendaño, el provocador escénico, está en Xalapa.

Presenta su pieza “No soy persona. Soy Mariposa” en Área 51 Foro Teatral, espacio ubicado en la calle Revolución 307, casi esquina con la avenida 20 de Noviembre.

Xalapa ofrece la oportunidad de asistir a un espectáculo que sedujo al público europeo que, convencido le otorgó a Lukas Avendaño el codiciado Premio del Público, por presentar “No soy Persona, Soy Mariposa”, en el Zurcher Theater Spektakel, en la ciudad de Zúrich, Suiza, el mes de septiembre pasado.