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Sección: Estado de Veracruz

Madre pide clemencia por desaparición de su hija en Xalapa; la busca desde hace 5 años

- Se la llevaron en el trayecto de su casa a la universidad, en el 2012

- Las familias tenemos que hacer la búsqueda, porque la autoridad no sirve, dice su madre

Rafael Mel?ndez Ter?n Xalapa, Ver. 23/11/2017

alcalorpolitico.com


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Cada 22 de noviembre representa una tortura para Graciela Hernández, pues es la fecha en que su hija Sandra Jennyfer Giraldi Hernández, desaparecida en 2012, cumple años. En este 2017 cumpliría 25.

Un día como ayer debió partir su pastel y quizás se organizara una fiesta, pero ahora esa fecha es como un velorio desde el 2012, cuando la privaron de su libertad, justo el 14 de septiembre.

Graciela acompañó a don Pedro Mávil al distrito judicial de Pacho Viejo con un cartel colgado en el cuello; ahí se aprecia la fotografía de Sandra, cuando tenía 20 años.



Como muchas víctimas indirectas del delito de desaparición de personas hubo fuertes reclamos.

“Yo seguiré buscando a mi hija, hasta el último aliento de mi vida. Porque desgraciadamente estamos viviendo momentos difíciles y las familias tenemos que hacer la búsqueda; hemos entendido que la autoridad no sirve, hemos tenido mesas y mesas de trabajo, pero no nos dan respuesta”, sentenció.

Dijo que la autoridad los “medio atiende, pero sólo nos endulza el oído, porque hace cinco años que se llevaron a mi hija, la desaparecieron y no tenemos respuesta. Sandra cumpliría 25 años”, expresó.

Recordó que la última vez que la vio fue ese viernes 14 de septiembre de 2012, cuando ambas fueron al Centro de compras.



La hija se adelantó a la casa para poder cumplir con sus compromisos escolares, ya que estudiaba en la Universidad de Xalapa, para ser contadora.

Ya en franco llanto, al hacer remembranza de los hechos, contó que aún no sabe por qué se llevaron a su hija en el trayecto de su casa a la escuela.

Aunque todos los días son grises desde ese 14 de septiembre, una fecha como ayer les estruja el alma a ella y a sus seres queridos, porque no hay celebración, sino dolor y angustia.



Es tal la desesperación de la madre, que incluso a través de este medio imploró a quienes se llevaron a su hija, que la devuelvan. Asegura que no levantará cargos, pero pide clemencia y descanso.