Las madres buscadoras no sólo luchan contra el dolor y la tarea de encontrar a sus hijos, sino también contra la criminalización, indicó la integrante del Colectivo de Familiares de Desaparecidos zona Orizaba-Córdoba, Araceli Salcedo Jiménez.
"En estos últimos meses se ha criminalizado a las madres buscadoras, se ha tratado de descalificar con campañas generadas desde el odio, que ocasiona la incomodidad de tenernos a las calles y los medios y en cualquier lugar en el cual podamos exponer nuestra tragedia. Esta criminalización no es nueva, pero ha tomado fuerza y esa es otra de las batallas que debemos de librar, en este duro camino para encontrar a todos los que nos hacen falta".
Añadió que todos aquellos que quieren descalificar, el mensaje es que la lucha la iniciaron sin ayuda de nadie, más que de la compañía de otras madres y el dolor compartido de no tener a sus hijos.
"Somos nosotras quienes dijimos a las autoridades con pruebas de los lugares donde había y hay personas enterradas en la clandestinidad, somos nosotras quienes hemos tenido que rascar la tierra para encontrarlos, haciendo el trabajo de las autoridades. Somos nosotras las que impulsamos la ley de desaparición forzada y hemos exigido que se cumpla y además que haya más acercamiento con el gobierno".
Acotó que han buscado a sus seres queridos, pero tienen aún las manos vacías sin sus hijos, los más grandes tesoros. También han querido que la sociedad conozca esta realidad, que aprendan que no se debe criminalizar a los desaparecidos sus familias.
"Porque pareciera que el último que los escuchó fue un sordo y el último que los vio fue un ciego, la incertidumbre sobre el paradero y la suerte de un amigo, familiar o ser querido, causa una gran angustia y la vida cambia".
Por eso se debe poner fin a este sufrimiento, aunque mientras exista el problema, seguirán saliendo.
Aracely Salcedo destacó que las mujeres que buscan, probablemente para alguno es molesto, pero para la sociedad es una manera de gritar al mundo el dolor de recordar que para ellas el día de la madre no es un festejo, sino un día en el cual la tristeza, el enojo, vuelve a recordar que están esperando su regreso.
"Por momentos parece que ya no podemos más, pero siempre sacamos fuerzas desde el amor y el anhelo de encontrar nuestros seres queridos, estas manos y estos brazos que hoy deberían de estar acariciando a nuestros hijos están vacías. Sin ellos a una madre no le pueden pedir que se le olvide a su hijo con una paz, no se le puede pedir que siga la vida sin saber dónde está, no se le puede pedir que olvide que unas personas desalmadas se lo llevaron".