En alerta por escurrimientos procedentes del estado de Puebla, permanecen los municipios de Maltrata, Acultzingo y Nogales, al igual que prevalece al menos este fin de semana el monitoreo a los ríos de respuesta rápida.
Por compartir los límites con el estado de Puebla en su zona de montaña, los escurrimientos propios de las lluvias generadas en la vecina entidad, afectan sobremanera al crecimiento de los ríos de respuesta rápida, explicó el coordinador regional de Protección Civil, Luis Palma Déctor.
La alerta preventiva al inicio de la temporada de lluvias es permanente y se vigila desde diferentes vertientes, pues la geografía dividida por el volcán Pico de Orizaba y las cuencas que forman las laderas del sistema montañoso son un riesgo para la crecida de los ríos.
De acuerdo con el coordinador de Protección Civil en Nogales, David Betanzos Espinoza, las lluvias que se registran en el valle de Orizaba no afectan al crecimiento de cauce del río Blanco, Carbonera y Chiquito.
Muy por el contrario, son las lluvias de la región poniente y propiamente las que se registran en comunidades del estado de Puebla las que se alimentan por escurrimiento a las barrancas y descienden sobre dichos ríos hasta convertirse en tributarios del Blanco.
En 2011 y 2012, las afectaciones a cultivos y viviendas registrados en la zona baja de Taza de Agua, Tecamalucan, Ojo Zarco, Mendoza y Nogales fueron provocadas por los escurrimientos del agua de lluvia que cayó principalmente en las cumbres de Maltrata, Nogales y Mariano Escobedo.
Hasta el momento, el máximo crecimiento del río Blanco se ha registrado en los 30 centímetros sobre su media normal y no atenta contra la integridad de las familias asentadas en zonas de alto riesgo.
Este fin de semana, el anuncio de la SPC en el Estado fue de lluvias moderadas a intensas y tormentas eléctricas para la zona de montaña, por lo que la alerta y el monitoreo prevalecen.