Más de 300 kilómetros recorrerán peregrinos de Fortín para llegar a la Basílica de Guadalupe

Viajan desde municipios de la Centro del estado de Veracruz hasta la Basílica de Guadalupe en la Ciudad de México. Es una travesía de más de 320 kilómetros que recorren en 10 días a bordo de una bicicleta y cargando a cuestas una figura de la Virgen de aproximadamente 12 kilogramos.

Tienen una “Manda”, promesa que cumplir o lo hacen por voluntad, arriesgando su salud e integridad, señala un elemento de la Policía Federal de Caminos asignado a la vigilancia del sector que comprende del municipio de Ciudad Mendoza a los límites con el Estado de Puebla.

“Nuestro deber es también brindarles resguardo al ingresar a la autopista o por carretera federal. El riesgo es grande pero cada año lo hacen; por aquí pasan ciclistas, motociclistas, corredores, gente a pie y en caravanas de vehículos. Lo que se les pide es que lo hagan con precaución, que abanderen, utilicen luces de emergencia y el acotamiento.



Que no ingieran bebidas alcohólicas y se resguarden en sitios seguros e iluminados para pasar la noche, sólo de esa manera se evitan riesgos al momento de utilizar las vías de comunicación y llegan a destino para cumplir su objetivo”, recomienda el suboficial de la PFC.

José Luis Martínez Conde viaja con siete amigos este año. Comenta que desde hace 2 años lo ha hecho a pie y corriendo, pero el recorrido que más le gusta es a bordo de su bicicleta, sorteando la cordillera con hermanos, amigos y vecinos, quienes le acompañan este día en que alcanzaron el municipio de Ciudad Mendoza.

“Salimos hoy a las siete de la mañana de Fortín de las Flores. Hicimos una parada para hidratarnos; vamos preparados como cada año, pero en este traemos cada uno una figura de la Virgen de Guadalupe que llevamos a bendecir a la Basílica”, responde a las preguntas del reportero quien lidera la expedición llevando 2 mil pesos para sus gastos personales, un teléfono celular, una cobija y plásticos para cubrirse de la lluvia.



Asegura que una vez bendecida la figura de la Guadalupana, ésta retornará a Fortín y se quedará por siempre en su domicilio para resguardar a sus padres con quienes aún vive. Sus dos hermanos Gabriel y Melitón llevan la suya y la colocarán en sus respectivos domicilios.

Todos son trabajadores de la construcción, destinaron un dinero para ésta expedición y sus familias les dieron la bendición por la mañana deseando que estén de regreso antes del 20 de diciembre para festejar la Navidad bajo el amparo de la Virgen de Guadalupe.

Antes de eso, los ocho peregrinos deberán recorrer una travesía de montaña a bordo de su bicicleta, afrontar bajas temperaturas, lloviznas y hasta el riesgo de ser asaltados o accidentarse. La experiencia de otros años les recuerda que en éste van preparados contra pinchaduras, lluvia y zapatos mojados.



La devoción a la Guadalupana viene de tres generaciones atrás y los hijos las inculcarán también a sus hijos porque aseguran, la Virgen de Guadalupe, madre de Jesús es milagrosa y es la madre de todos los mexicanos, por ello viajan confiados en que regresarán sin percances a su destino.