En materia de hacienda pública existe un riesgo latente por la caída en los precios internacionales del petróleo y la reducción en los volúmenes de producción y exportación de la mezcla mexicana, que presionan a la baja la captación de ingresos públicos provenientes de la actividad petrolera, señaló el Centro de Estudios de las Finanzas Públicas (CEFP) de la Cámara de Diputados.
Indicó el Centro de Estudios que en los últimos años el petróleo ha representado poco más de una tercera parte de los ingresos presupuestarios.
Sin embargo, agregó, “derivado de la menor cotización del precio internacional de la mezcla mexicana y la caída de la producción petrolera, se observa que en el primer trimestre de 2015 disminuyó su participación a 16 por ciento, cuando en 2014 fue del 30.4 por ciento; su menor aportación podría representar un riesgo en el sustento del gasto público”.
En el documento “Producto Interno Bruto, en el primer trimestre de 2015”, el CEFP relató que en los primeros tres meses de 2015, la extracción de petróleo crudo promedió dos millones 301 mil barriles diarios (mbd), lo que significó una reducción de 191 mbd (-7.7 por ciento) respecto de la producción del mismo trimestre del año previo.
Resaltó, “el promedio de cotización de la mezcla mexicana de exportación fue inferior en 34.21 (dólares por barril-dpb) respecto al precio fiscal (79.0 dpb) aprobado por el Congreso de la Unión”.
Los ingresos fiscales derivados de la actividad petrolera totalizaron 173 mil 716 millones de pesos (mdp), ubicándose por debajo de la meta trimestral en 121 mil 554 mdp (-41.2 por ciento); de acuerdo con la Secretaría de Hacienda y Crédito Público, la menor captación fue consecuencia del menor precio del petróleo y la caída en la plataforma de producción de crudo, principalmente.
En el texto, destacó que “los riesgos que podrían afectar la evolución de la actividad productiva nacional siguen siendo la reducción de la plataforma de producción petrolera e inestabilidad financiera internacional, así como debilidades en el mercado externo, de la economía mundial, y el mercado interno”.
No obstante, señaló que a pesar de las expectativas a la baja sobre el nivel de crecimiento de la economía mexicana, con un promedio de 2.9 por ciento, se prevé un repunte en relación con el 2014, cuando fue de 2.1 por ciento.
Mencionó que para 2016, se pronostica que la expansión económica nacional continúe, dado que el promedio previsto es de 3.5 por ciento, mayor al estimado para 2015.
Indicó que en el primer cuarto del 2015, la economía mexicana siguió creciendo al presentar 21 incrementos consecutivos, pues el Producto Interno Bruto (PIB) tuvo un aumento real anual de 2.5 por ciento, mayor al observado en el mismo periodo de 2014 (2 por ciento).
Dicha dinámica económica se explica por la evolución positiva, pero diferenciada, de las actividades que componen al PIB, como las primarias (agropecuarias) y terciarias (servicios) que repuntaron, y las secundarias (industriales) que perdieron fortaleza.
El CEFP precisó que, bajo cifras ajustadas por estacionalidad, el PIB pasó de un alza de 0.6 por ciento a uno de 0.4 por ciento del cuarto trimestre, de 2014 al primero de 2015, lo que implicó una pérdida de dinamismo.
Subrayó que durante el primer trimestre de 2015, la economía mexicana transitó por un entorno externo en constante deterioro. En este periodo, el PIB de Estados Unidos bajó su ritmo de crecimiento, lo que incidió especialmente en el nivel de las exportaciones nacionales.
En lo doméstico, la demanda interna continuó avanzando, el consumo y la inversión mejoraron; el consumo privado creció y la inversión fija bruta tuvo una mejora significativa asociada al repunte de la maquinaria y equipo.