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Sección: Estado de Veracruz

Minatitlán, pueblo pelotero, llora y despide a víctimas de masacre

El entrenador César Hernández y su bebé Santiago fueron llevados por última vez al campo de béisbol “Beto Ávila”

Elizabeth Aviña 21/04/2019

alcalorpolitico.com


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El entrenador de ligas pequeñas, César Hernández, alias “El Volvo”, y su pequeño hijo Santiago, de un año, fueron despedidos por familiares y amigos en el campo de béisbol “Beto Ávila”, en la ciudad de Minatitlán.

Padre e hijo fueron llevados en un mismo féretro blanco, mientras que en uno de color café iban los restos de la señora Irma Álvarez , madre de uno de los alumnos de César; Marcos Davis, quien se encuentra en el hospital debatiéndose entre la vida y la muerte.

Todos fueron víctimas del ataque armado ocurrido la noche del viernes en una fiesta en la colonia Obrera, donde 13 personas fueron asesinadas.

Fue a las 15:00 horas de este domingo cuando el cortejo fúnebre salió de la funeraria “Santa Cruz” y tras él, un convoy de vehículos particulares donde viajaban familias y amigos de los fallecidos. Una sola patrulla de la Policía Municipal los resguardaba.

A la entrada de la iglesia “Cristo Rey”, en la colonia Santa Clara, ambos ataúdes —el de César con su hijo Santiago y el de Irma Álvarez— fueron puestos por algunos minutos donde enseguida se les colocó playeras de béisbol con sus nombres encima.

Al concluir la misa, fueron trasladados al campo de beisbol, donde los amigos de César cargaron su féretro hasta el centro.

"Hoy es un día diferente para nuestras ligas pequeñas, estamos consternados, enojados, tristes por la tragedia donde pierde la vida un gran ser humano. Es increíble la forma y la manera en la que nos han arrebatado a una persona tan noble, un caballero, un amigo. Creo que Dios no se equivoca y necesitaba un tercera base en su equipo. Te extrañaremos, te echaremos de menos, pero recuerda que jamás te olvidaremos", dijo uno de los presentes.

Entre porras y minutos de aplausos, familiares, amigos, así como padres de familia de los pequeños jugadores, dieron el último adiós al entrenador y su hijo. Los representantes de ligas pidieron que este crimen no quede impune y repudiaron los hechos violentos que se registran en el estado.

En cuanto a la madre del jugador Marcos Davis, aseguraron que fue una mujer que siempre fue impulsora del deporte y a la vez, informaron que el joven pelotero se encuentra en estos momentos jugando el partido más importante: el de salvar su vida.

Antes de partir del campo, César y su hijo dieron una carrera final en este campo de béisbol, acompañados de sus amigos de juego y los integrantes de las ligas menores.

Los cuerpos fueron enterrados en el panteón de la colonia Tacoteno de Minatitlán, en donde también se encontraban familiares y amigos de Julio César González Reyna, conocido como “La Becky” en el ambiente LGBT.

Los demás fallecidos en esta terrible masacre fueron sepultados más temprano en este mismo domingo también en el campo santo Tacoteno y el “Hidalgo”.