A decir del investigador de Sociología de la Universidad Autónoma Metropolitana, Sergio Tamayo, uno de los movimientos sociales más importantes de México es MORENA, el cual encabeza Andrés Manuel López Obrador.
En entrevista, previo a participar en el ciclo de conferencias: “Movimientos y conflictos sociales”, resaltó que MORENA es uno de los movimientos sociales más fuertes del siglo XXI.
“Digo que es la más importante porque hay que reconocer que es la más fuerte en fuerza electoral, impacto electoral, fuerza social y de impacto nacional y, MORENA es un movimiento nacionalista que no es anticapitalista, es un movimiento antineoliberal y es un movimiento por la soberanía nacional”.
Dijo que en la actualidad hay cuatro grandes corrientes de movimientos sociales en México, la primera que es la más importante es la de MORENA, de Andrés Manuel López Obrador, porque es un movimiento alternativo ante esta enorme corriente que no representa ni al PAN ni al PRI.
Otro movimiento social importante que se ha mantenido desde 1994 es el Ejército Zapatista de Liberación Nacional (EZLN), el cual ha tenido sus altas y bajas y últimamente ha ido perdiendo fuerza a nivel nacional.
“Se ha ido recluyendo en el estado de Chiapas, ha tenido ciclos igual que el de López Obrador y ha ido perdiendo fuerza; se ha recluido en el estado de Chiapas, es un movimiento anticapitalista a diferencia del movimiento antineoliberal de López Obrador”.
Un tercer movimiento social importante en México son los movimientos regionales, por ejemplo el caso de Atenco, la lucha contra la construcción de la presa Laparota, otros de comunidades y grupos campesinos que están en contra de las intervenciones mineras y de las grandes empresas transnacionales que están tratando de explotar los recursos.
“Este es un movimiento que me parece fragmentario porque están ubicados en cada una de las regiones pero me parece que es una tendencia que se está dando ahora más en la discusión de la reforma energética donde se ha planteado que el Estado explote terreno para la explotación del petróleo”.
Sin embargo, a este tipo de movimientos les hace falta más que una cabeza o figura importante, porque por ejemplo el movimiento MORENA se apagó cuando a López Obrador le dio el infarto y tuvo que estar 15 días en cama.
Los simpatizantes de MORENA no tenían a quién seguir, porque el personaje que representa MORENA, el más importante, estaba enfermo.